Turismo

El pueblo de Colombia que no celebra la Navidad en diciembre

En un lugar de Colombia la Navidad llega hasta febrero.

Redacción Turismo
1 de diciembre de 2024
El pueblo de Colombia que no celebra la Navidad en diciembre
El pueblo de Colombia que no celebra la Navidad en diciembre | Foto: Instagram @ eltiempofoto

En lo profundo del suroccidente colombiano, en el departamento del Valle del Cauca, existe un lugar donde la Navidad no se celebra en diciembre, como dicta la tradición. Se trata de una pequeña población con una riqueza cultural única y una historia que explica esta particularidad.

Allí se estableció la celebración de la llegada del Niño Jesús en el mes de febrero. Además, en estas fechas se celebra el rompimiento de las cadenas que oprimieron por años a la comunidad afro.

Una tradición con raíces en la esclavitud

La celebración de la Navidad en febrero en Quinamayó tiene sus orígenes en la época colonial, cuando los afrodescendientes de la región eran esclavizados en haciendas y no podían participar en las festividades navideñas junto con los colonizadores.

En ese entonces, se les otorgaba un breve período de descanso en febrero, que aprovechaban para reunirse, honrar el nacimiento de Jesús y celebrar a su manera, fusionando elementos cristianos con sus propias tradiciones africanas.

Con el tiempo, esta práctica se convirtió en una tradición transmitida de generación en generación, que ha sobrevivido a pesar de los cambios sociales y culturales. Según los habitantes de Quinamayó, esta celebración no es solo una fiesta, sino un acto de resistencia cultural y un homenaje a sus ancestros.

De acuerdo con lo que se registra en el portal de La W, esta costumbre representa el rompimiento de las cadenas que oprimieron por años a la comunidad afro. Por eso, con bailes tradicionales alusivos a la época, hoy en día expresan su alegría por gozar de libertad.

Una tradición con raíces en la esclavitud
Una tradición con raíces en la esclavitud | Foto: Instagram @ eltiempofoto

La Navidad en febrero: una fiesta única

La Navidad de febrero, como la llaman localmente, está marcada por una mezcla de rituales religiosos y expresiones culturales. Durante los días de celebración, las calles de Quinamayó se llenan de música, danzas tradicionales y desfiles coloridos. Los instrumentos típicos, como el tambor y la marimba, acompañan los cánticos que evocan la espiritualidad y la historia de la comunidad.

Uno de los momentos más emotivos es la recreación del pesebre, donde los niños del pueblo participan activamente, vestidos con trajes tradicionales. Además, las comidas típicas, como el sancocho y el arroz con coco, se convierten en un símbolo de unión y celebración.

Un legado cultural que resiste el tiempo

A pesar de que muchas comunidades afrodescendientes en Colombia han adoptado las festividades navideñas en diciembre, Quinamayó se ha mantenido fiel a su tradición. Para los líderes de la comunidad, preservar esta costumbre es fundamental para mantener viva su identidad cultural y recordar las luchas de sus antepasados.

“La Navidad de febrero no es solo una celebración, es nuestra forma de contar nuestra historia y mantener viva la memoria de quienes nos precedieron”, afirma María Fernanda Caicedo, una de las organizadoras de las festividades.

Un legado cultural
Un legado cultural | Foto: Instagram @eltiempofoto

Quinamayó, con su particular manera de celebrar la Navidad, recuerda que las tradiciones no solo son una forma de celebrar, sino de resistir y honrar la memoria de quienes han luchado por su identidad y libertad.

Es una historia de prohibición y resistencia. Al celebrar en una fecha distinta, los antepasados afrocolombianos desafiaron las restricciones impuestas por los colonizadores y conservaron sus tradiciones y creencias, registra la fuente en mención.

En un mundo globalizado, esta pequeña comunidad es el vivo ejemplo de que las festividades pueden adaptarse a los contextos históricos y culturales, mientras se preserva su esencia espiritual. Así, la Navidad de Quinamayó no solo es un evento local, sino un ejemplo de la riqueza cultural que define a Colombia.