Turismo
El pueblo de las momias en Cundinamarca, un destino que esconde un particular misterio que cada vez atrae a más viajeros
También es conocido como la despensa agrícola del departamento.
Los pueblos del departamento de Cundinamarca, en Colombia, se destacan por su riqueza natural y cultural, atrayendo a cientos de turistas cada año, especialmente a aquellos que están en busca de experiencias auténticas cerca de Bogotá.
De su oferta turística se destaca un amplio y diverso abanico de alternativas que incluye desde rincones tranquilos para descansar, hasta escenarios de ensueño perfectos para practicar deportes extremos u otras actividades al aire libre.
A estos atractivos se suman sus misteriosos pueblos que despiertan gran interés entre los viajeros como San Bernardo, un destino que se puede visitar emprendiendo un viaje en carro a menos de 4 horas de Bogotá, conocido como la despensa agrícola del departamento.
Así es el pueblo de las momias en Cundinamarca
El municipio de San Bernardo se encuentra ubicado al sur - oriente del departamento de Cundinamarca en la Provincia del Sumapaz. Su temperatura media es de 20°C y está a una distancia aproximada de Bogotá de 99 kilómetros.
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Este territorio se destaca por su riqueza hídrica, ya que gran parte del Páramo del Sumapaz está en su jurisdicción, así como grandes ríos, incluyendo el Río Negro, el Río Pilar y Quebrada La Chorrera; lo que lo consolida como despensa agrícola de Cundinamarca.
Sin embargo, más allá de este factor distintivo del municipio, San Bernardo es famoso por sus momias naturales, un misterio digno de una novela de Gabriel García Márquez.
Por razones todavía inexplicables, en este pueblo algunos cadáveres no se descomponen y permanecen intactos aún cuando llevan varios años enterrados. Incluso, algunos conservan sus rasgos faciales gracias a un misterioso proceso de momificación que sucede de manera “espontanea” en este destino colombiano.
“Todavía tiene su carita morenita, redondita, sus trencitas, su cabello (...) si Dios la quiso dejar ahí será por algo”, comentó Clovisnerys Bejarano a la AFP en 2024, mientras permanecía frente a la urna de vidrio donde se exhibe el cuerpo de su madre en un museo del municipio.
La mujer falleció en 1993 en su casa por un problema cardíaco y su cadáver fue depositado en una bóveda del único cementerio del pueblo. Sin embargo, al exhumarlo en 2001, sus familiares lo encontraron aún con pelo, uñas y la mayoría de sus tejidos intactos, detalles que no son una novedad para su población, ya que como ella, se han registrado varios casos.
“Para nosotros, como sanbernardinos, la momificación se nos ha vuelto pan de cada día”, explicó Rocío Vergara, la encargada de la muestra donde se exhiben 14 cadáveres que escaparon a la descomposición por razones aún desconocidas.
Los locales creen que este fenómeno se debe a la buena alimentación de los habitantes de este municipio de clima templado y vocación agrícola, pero dicha teoría no tiene sustento científico.
Por otro lado, se cree que la respuesta puede estar en las bóvedas, dado que el fenómeno comenzó a presentarse cuando el municipio inauguró el cementerio, donde no hay tumbas subterráneas.
Entre tanto, la antropóloga e investigadora de la Universidad Nacional de Colombia Daniela Betancourt señala que las momias de San Bernardo son en apariencia similares a las de Guanajuato, en México, y Palermo, Italia.
“El cementerio está en una ladera de una montaña bastante pendiente. Está soplando constantemente el viento al mismo tiempo que hace calor. Es posible suponer que las bóvedas funcionan como un horno de cocción (...) te va deshidratando poquito a poquito”, dice tratando de hallar una explicación a este misterio, aunque advierte que haría falta probar su hipótesis con experimentos.
