Turismo
El pueblo del suroeste antioqueño imperdible por sus cascadas y otros tesoros naturales; está a cuatro horas de Medellín
Este destino ofrece una temperatura promedio de 21 grados centígrados.
Las poblaciones antioqueñas son destinos para visitar en cualquier momento de la vida. En esta región del país hay diversidad de planes para hacer, múltiples lugares para conocer, lindos paisajes para admirar y ricos platos tradicionales para probar.
La lista de posibilidades es larga y en esta se incluyen municipios como Betulia, que está ubicado en el suroeste del departamento, a unas cuatro horas de Medellín. Es un lugar con una agradable temperatura promedio de 21 grados centígrados y una extensión pequeña, en donde las tradiciones cafeteras hacen parte del día a día. Es un lugar imperdible, ya que es un mirador de picos y valles de la región.
Quienes deciden visitar esta población, de un poco más de 6.000 habitantes, tienen varios planes para hacer. Por ejemplo, ir al charco Purco, ubicado en la vereda que lleva este nombre. Es un lugar rodeado de vegetación y zonas verdes, en el que se puede realizar senderismo, darse un baño y compartir con la familia o con los amigos.
Allí es posible llegar caminando o en carro y para disfrutar la estadía, lo mejor es que los viajeros vayan con ropa e indumentaria adecuada para clima caliente, y es clave saber que el sitio no cuenta con restaurantes ni alojamiento, precisa el portal Puebliando por Antioquia.
Tendencias
Para los amantes de la naturaleza también está el Morro San José, ubicado en el Corregimiento Luciano, que se caracteriza porque los turistas tienen la posibilidad de apreciar una gran diversidad de flora y fauna, indica el sitio web Turismo Antioquia Travel. Es considerado el pulmón verde más importante del municipio y allí es posible apreciar maravillosas cascadas, sin duda, un lugar ideal para conectar con la naturaleza.
También está el Chorro Blanco, una caída natural de agua localizada a tres kilómetros de la cabecera municipal. Es un destino para admirar cascadas y una gran variedad de flora. No hay restaurantes ni alojamiento, y a los turistas se les recomienda llevar ropa adecuada para el frío. A 38 kilómetros de la cabecera municipal está otro atractivo conocido como La Cortada, en donde también es posible admirar cascadas y una linda vegetación.
Otro plan es ir a las minas de sal, que se caracterizan por ser ancestrales, construidas en la vereda San Mateo por los primeros pobladores que tuvo el municipio. La minería era uno de los principales sectores de la economía, lo que le da a este lugar un gran valor histórico.
Otros sitios de interés
Si el viajero no es amante de la aventura, sino de otros planes más tranquilos, en el pueblo encuentra el parque principal, que tiene zonas verdes y bancas para el descanso. A su alrededor se encuentran establecimientos comerciales y financieros, así como la iglesia de La Inmaculada Concepción, que fue declarada como parroquia en el año de 1882.
A quienes les gusta el turismo religioso también está la iglesia Parroquial Corregimiento de Altamira, que pertenece a la diócesis de Santa Fe de Antioquia y cuenta con tres naves y un altar principal, acompañado de dos altares laterales. En ese mismo corregimiento se encuentra el templo Santa Teresa de Jesús.