En dónde queda y qué hacer en Jardín, uno de los pueblos más lindos de Antioquia, lleno de color y tradición

Jardín, Antioquia, es considerado uno de los pueblos más bonitos del territorio nacional; además hace parte del selecto grupo de los Pueblos Patrimonio de Colombia, gracias a su particular encanto, que le da su arraigo cultural y la diversidad de tradiciones que posee.

Está ubicado a 132 kilómetros de la ciudad de Medellín, con una temperatura promedio de 19 °C y una extensión de 230 kilómetros cuadrados. Es un valle que posee un relieve montañoso con altitudes que van desde los 1.400 hasta los 3.300 metros sobre el nivel del mar.

A este paradisiaco lugar se le reconoce por su colorida arquitectura que evoca los años de la colonización antioqueña, de la cual destacan su parque y el templo, declarados monumentos nacionales.

Es un destino con diversidad de atractivos y en la lista se incluyen: la Basílica Menor La inmaculada Concepción, el Convento Hermanas Concepcionistas, la Capilla del Beato y, para disfrutar la naturaleza, la cascada el Salto del Ángel.

En Jardín todo depende del plan que los viajeros quieran realizar. Por ejemplo, es posible vivir una experiencia en un ambiente rodeado de naturaleza, en las diferentes cuevas y cascadas, o simplemente pasar una tarde tranquila en el parque El Libertador.

Precisamente en un plan de naturaleza, una de las actividades es visitar la Cueva del Esplendor, que se encuentra a siete kilómetros del centro de Jardín y es uno de los lugares más emblemáticos de este municipio. En este sitio, el viajero se encuentra con una cascada de agua cristalina y bastante fría que baja desde la montaña, atraviesa un cráter de piedra y forma una piscina natural.

En el área rural también está la Reserva Natural Jardín de Rocas, que se encuentra a solo 500 metros del parque principal de la población. En este lugar está el hábitat del Gallito de Roca Andino (Rupicola peruvianus), una de las aves que es considerada de las más bellas.

Esta reserva es muy especial por la abundancia de esta especie de aves que al amanecer y atardecer llenan el lugar con sus cantos y sus brillantes colores.

Si las preferencias del turista se inclinan por la naturaleza, hay otro plan recomendado y es el sendero veredal de La Herrera. Este camino empedrado, rodeado de árboles, ríos y viviendas campesinas, conduce a cascadas, miradores naturales y brinda la oportunidad de subirse en el teleférico conocido como La Garrucha. En la caminata, se pueden ver aves como barranqueros y tangaras.

Si la idea no es salir del casco urbano, entonces tomarse un café y conversar es una de las recomendaciones. De igual forma, es ideal caminar y dar un paseo por sus hermosas y coloridas calles. En este plan es posible admirar las edificaciones con un gran valor cultural, muchas casas que reflejan la influencia de la arquitectura colonial paisa, así como la compañía de campesinos pujantes y sonrientes, precisa el portal Travelgrafía.