Estas son las ciudades de Estados Unidos en las que cae más nieve, según la inteligencia artificial

La nieve, un fenómeno natural que marca los inviernos de muchas regiones, no solo tiene un impacto significativo en la vida diaria de los residentes, sino también en la economía, el transporte y el turismo de las ciudades en las que cae.

En algunas áreas, la cantidad de nieve caída anualmente es excepcionalmente alta, lo que crea desafíos únicos para las autoridades locales y la infraestructura urbana. Sin embargo, el avance de las tecnologías modernas, especialmente la inteligencia artificial (IA), ha permitido un análisis más preciso y detallado de este fenómeno climático, ayudando a prever y gestionar grandes nevadas de manera más efectiva.

A través de la recopilación y el procesamiento de grandes volúmenes de datos históricos, meteorológicos y climáticos, los sistemas de IA pueden identificar ahora las ciudades más nevadas de Estados Unidos y a partir de ello, la ciencia y los expertos pueden construir –en conjunto con la misma IA– una visión más clara de cómo podría evolucionar este patrón en el futuro.

La IA, al integrar datos sobre precipitaciones, temperaturas, altitudes y corrientes atmosféricas, permite identificar qué ciudades han experimentado las nevadas más intensas y recurrentes.

Las ciudades más nevadas de Estados Unidos

A continuación, algunas de las ciudades más nevadas de Estados Unidos, basadas en los datos recopilados por la inteligencia artificial, que analiza tanto los promedios anuales como los picos excepcionales de nieve.

1. Syracuse, Nueva York. Una de las ciudades más conocidas por sus intensas nevadas. Situada en el noreste de Estados Unidos, esta ciudad recibe un promedio anual de aproximadamente 120 pulgadas (305 cm) de nieve.

La razón detrás de estas fuertes nevadas es el fenómeno conocido como “efecto lago”, que ocurre cuando el aire frío y seco que se mueve desde el oeste pasa sobre los grandes lagos de agua cálida, particularmente el lago Ontario.

La IA reseña que este fenómeno se intensificaría en los próximos años debido al aumento de las temperaturas globales.

2. Búfalo, Nueva York. Famosa por recibir grandes tormentas de nieve debido al efecto lago, en promedio, Búfalo recibe alrededor de 95 pulgadas (240 cm) de nieve al año. Sin embargo, en años especialmente fríos, la ciudad puede superar este promedio considerablemente.

3. Anchorage, Alaska. Alaska es, por supuesto, uno de los lugares más fríos de Estados Unidos, y Anchorage es una de sus ciudades más nevadas. Recibe un promedio de aproximadamente 75 pulgadas (190 cm) de nieve anualmente.

Los modelos de IA, que analizan factores como la latitud y la altitud, indican que las nevadas en Alaska pueden ser cada vez más intensas debido al cambio climático, aunque el aumento de las temperaturas también está trayendo consigo patrones de precipitación más irregulares.

4. Rochester, Nueva York. Es otra de las grandes receptoras de nieve en Estados Unidos, con un promedio anual de aproximadamente 100 pulgadas (254 cm). Al igual que Búfalo y Syracuse, Rochester experimenta el efecto lago que provoca grandes tormentas de nieve.

Según los modelos de IA, Rochester experimentaría un aumento en las precipitaciones de nieve en las próximas décadas, ya que los patrones climáticos continúan evolucionando debido al cambio global.

5. Salt Lake City, Utah. Aunque la nieve en Salt Lake City no es tan abundante como en las ciudades del noreste, esta ciudad en Utah tiene una reputación mundial por sus increíbles condiciones para los deportes de invierno. Salt Lake City recibe un promedio de 56 pulgadas (142 cm) de nieve cada año, pero lo que la distingue es la calidad de la nieve.

Los algoritmos de IA que analizan las tendencias climáticas y las proyecciones sugieren que las nevadas en el área de Salt Lake City podrían aumentar ligeramente debido a la interacción de factores climáticos como la humedad y la temperatura en el desierto de Utah.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.