Turismo
Este es el municipio conocido como “el pueblo blanco de Antioquia”; tiene una amplia oferta turística
Está ubicado muy cerca de Medellín.
Antioquia es uno de los departamentos llamativos para los viajeros que desean planear sus vacaciones en el territorio nacional. Es una región en la que los turistas encuentran un clima agradable, una deliciosa muestra gastronómica e infinidad de costumbres y tradiciones que la hacen auténtica.
En este destino hay diversidad de planes para hacer y con frecuencia se escucha de lugares para visitar como Guatapé, Santa Fe de Antioquia, y el Pueblito Paisa, entre muchos otros. Pero sumadas a estas poblaciones hay otros destinos que resultan imperdibles por su belleza natural y su arquitectura colonial.
Uno de esos municipios es San Vicente Ferrer, conocido como “el pueblo blanco de Antioquia”, que está ubicado en la subregión oriente del departamento, a 51,7 kilómetros de Medellín y cuenta con una temperatura promedio de 19 grados centígrados.
El portal oficial Turismo Antioquia Travel indica que las personas que visitan este lugar tienen la posibilidad de sumergirse en un viaje al pasado. Brinda la posibilidad de caminar por los callejones de colores y tomarse fotos en la calle 30, en donde es posible apreciar 73 escalones blancos decorados con mosaicos.
Tendencias
Es un destino que destaca por su diversidad en fauna, teniendo la posibilidad de avistar ardillas de cola roja, puercoespín de cola corta, armadillo de nueve bandas y especies anfibias como la nutria tropical o la rana paisa, entre otros.
En este municipio se celebran las fiestas de San Vicente Ferrer en octubre, las Fiestas de la Colina en diciembre y también es un lugar que, conservando su tradición, tiene el mercado de los Ferrer el primer domingo de cada mes. Una de las recomendaciones es probar la limonada de aguacate, que se convierte en una bebida exótica y diferente.
Se dice que es un lugar ideal para las personas que les gusta “pueblear”, que tienen espíritu aventurero y que aman la naturaleza. La Piedra de El Peñolcito es uno de sus atractivos turísticos. Allí los turistas tienen la posibilidad de divertirse haciendo rapel y escaladas, por ejemplo. Se trata de un lugar con una belleza especial y la segunda en dimensión en su género y en sus alrededores es posible disfrutar de parcelas cultivadas y hermosos paisajes.
Otros atractivos naturales
Un sitio imperdible es el Cerro Morrito, un mirador natural desde el que es posible apreciar el valle de San Nicolás, el Triángulo Pétreo del Oriente Antioqueño (Piedra del Marial, Peñol y Peñolcito), la cascada de Los Cachos, los municipios de Marinilla y Rionegro, y la represa de Guatapé. En la cima se encuentra una imagen de la Virgen.
El Valle Corrientes es un lugar en el que hay varios balnearios naturales y su clima es acogedor. Para ir allí, se conduce hasta el embalse del Peñol, pasando antes por la vereda Potrerito del municipio de San Vicente. Esta vereda, por contar con el recurso del embalse, tiene innumerables sitios de camping, espacios para practicar la pesca deportiva, deportes acuáticos y el ecoturismo.
En el casco urbano es posible disfrutar del parque principal, que es un sitio tradicional de encuentro. En el centro se encuentra la fuente de La Negra de La Pila, hecha sobre una tarima de piedra y que representa una mujer con una batea en la cabeza, como símbolo de la minería sanvicentina de otra época. El parque conserva la tradición de ser utilizado como plaza de mercado los fines de semana. Allí se destacan las chivas o escaleras que transportan a las personas para las veredas y corregimientos.
Por último, pero no menos importante está la Iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, una estructura de mediados del siglo XIX. Se encuentra muy conservada y resulta muy atractiva para quienes conectan con el turismo religioso. En su interior está dividida en tres naves y rodeada de imágenes que la llenan de riqueza espiritual. Sus ventanas en vitral representan pasajes bíblicos como el nacimiento de Jesús y el apocalipsis.