Turismo
Este pueblo boyacense, patrimonio de Colombia, es uno de los más lindos de la región, a hora y media de Tunja
Los viajeros pueden disfrutar de atractivos coloniales y de naturaleza.
Boyacá es una de las regiones imperdibles para visitar en unas vacaciones. Es de esas zonas del país en las que los viajeros no solo tienen la posibilidad de disfrutar de planes de naturaleza, sino que la belleza de sus poblaciones es uno de sus principales atractivos.
Es ideal para pasar unos días de descanso en familia, con amigos o los más aventureros que prefieren irse solos para disfrutar de los destinos que sean de su agrado. Una de las actividades que no puede dejarse de lado en Boyacá es el paseo por los pueblos. “Pueblear” puede convertirse en uno de los mayores placeres si se está de paso por este departamento.
Una de las poblaciones que resulta imperdible y que, sin duda, debe incluirse en la lista de las que se deben conocer es Monguí, que hace parte de la Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia. En el país hay 18 que conforman este selecto grupo.
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De acuerdo con información de ProColombia, Monguí tiene unos paisajes que sorprenden a los visitantes, una arquitectura colonial y una tradición artesanal que lo hacen único. En 1980 fue declarado como el pueblo más bello de Boyacá y en 2018 como Destino Turístico Sostenible de Colombia. También es reconocido por su producción de balones de fútbol, una de las más grandes e importantes del país.
Este pueblo boyacense, fundado en 1601, cuenta con una bella arquitectura colonial en la que resaltan sus calles empedradas, sus fachadas blancas y sus balcones de colores.
Entre sus atractivos más importantes se encuentran la Basílica Menor de Nuestra Señora de Monguí, el Puente Colonial de Calicanto hecho de piedra, el Convento de los Franciscanos y la Capilla de San Antonio de Padua, los cuales fueron declarados monumentos nacionales en 1975.
La tradición de los balones
Si bien con frecuencia se escucha hablar de este pueblo por la producción artesanal de balones de fútbol tipo exportación, en este pueblo hay muchas cosas que hacer, además de disfrutar de la calidez y atención de sus habitantes.
Fabricar los mencionados artículos se ha convertido en una tradición que más de un centenar de familias han pasado de generación en generación, lo que ha permitido que estos productores sean dueños de una técnica artesanal que ha llevado sus esféricos no solo al mercado nacional, sino internacional.
El portal Red Turística de Pueblos Patrimonio indica que en esta población boyacense la plaza principal, como ocurre en la mayoría de los pueblos de Colombia, es centro de las actividades cotidianas de sus habitantes. A su alrededor están las entidades civiles y religiosas con edificaciones que son fieles exponentes de su influencia arquitectónica colonial española.
Allí los viajeros también pueden apreciar cuatro monumentos, elaborados en piedra, que ilustran las actividades del municipio: una mujer cosedora de balones, el minero del carbón, el balón de fútbol y el busto del padre Alonso Ojeda, párroco distinguido por liderar actividades en pro del bienestar de la población. En la zona rural, los turistas también encuentran una serie de actividades para realizar.