Turismo
Evite este tipo de maletas, son las más difíciles de reconocer en el aeropuerto
Durante un viaje, la maleta puede ocasionar momentos de estrés por varias razones. Siga estas recomendaciones.
Al planificar un viaje, uno de los momentos más complicados es hacer la maleta. Aunque ya se haya decidido el destino, el proceso de empacar suele generar estrés, especialmente para quienes prefieren evitar esta tarea o tienden a llevarse más de lo necesario.
Afortunadamente, hay algunas recomendaciones que pueden hacer este proceso más fácil y evitar los problemas comunes que suelen surgir en el último minuto.
Lo primero que se debe tener en cuenta es la importancia de hacer una lista. Tener un inventario de los artículos esenciales ayuda a evitar olvidos y permite un control más organizado de lo que se necesita para el viaje. Así, es menos probable dejar atrás algo indispensable, como documentos o ropa adecuada para el clima del destino.
Otro aspecto importante es elegir la maleta adecuada en función de la duración del viaje. Para viajes cortos de un fin de semana o hasta cuatro días, es suficiente una maleta pequeña o de cabina. En caso de un viaje de una semana, una maleta mediana puede ser la mejor opción.
Para estancias más largas, una maleta grande o una mochila de al menos 60 litros es lo ideal. También es recomendable identificar el equipaje con algún distintivo, como un lazo de color, para evitar confusiones al llegar.
Según las recomendaciones y los datos de la aerolínea Ryanair, el 80 % de los usuarios utiliza colores oscuros como negro, azul o gris en su defecto. En este caso, sería ideal llevar una maleta de un color distintivo y diferente a los comunes o utilizar un lazo o algún detalle que le permita reconocer más rápido su equipaje.
Los líquidos y cremas representan uno de los desafíos más comunes al empacar. Para evitar derrames y sorpresas desagradables, es recomendable asegurarse de que los envases estén bien sellados, utilizando bolsas plásticas o cinta aislante.
Además, en caso de no facturar el equipaje, es importante recordar las normativas sobre el transporte de líquidos en los aviones, donde solo se permite llevar artículos de 100 ml cada uno en una bolsa de plástico transparente. Cualquier líquido que exceda esta cantidad será requisado.
Uno de los errores más comunes es intentar llevar todo el armario. Aunque puede resultar tentador incluir ropa para todas las ocasiones posibles, la realidad es que muchas de estas prendas no serán usadas.
Es mejor empacar lo esencial y dejar algo de espacio para regalos que se compren durante el viaje. Además, muchos hoteles ofrecen pequeñas presentaciones de productos de aseo.
Viajar con una mochila complementaria puede hacer la experiencia más cómoda. Este accesorio es útil para llevar objetos importantes como documentos, cámaras, dispositivos electrónicos y artículos personales que se necesiten tener a mano.
También es recomendable hacer copias digitales de documentos importantes, como el pasaporte o el carné de identidad, y almacenarlas en un correo electrónico o en un dispositivo externo.
En caso de que el equipaje se extravíe, siempre es útil llevar una muda de ropa en la mochila o equipaje de mano, lo que asegura comodidad en las primeras horas del viaje.
Además, enrollar la ropa en lugar de doblarla ahorra espacio y reduce las arrugas. Para aprovechar al máximo el espacio, se pueden utilizar bolsas de aire comprimido o colocar objetos pequeños dentro de los zapatos.
Por último, es fundamental pesar el equipaje antes de llegar al aeropuerto para evitar sorpresas con los límites de peso. Si el equipaje supera el límite permitido, es mejor redistribuir algunos objetos en la mochila o dejar algunos artículos atrás.
Con estos consejos, hacer la maleta será un proceso más sencillo y libre de estrés, permitiendo disfrutar del viaje desde el primer momento.