Turismo
¿Por qué debería hablar con desconocidos durante sus viajes? Expertos explican los beneficios de esta conducta
Viajar no solo se trata de descubrir nuevos paisajes o culturas. Conozca cómo pueden aportar estas experiencias a su salud mental y emocional.
Aunque hablar con extraños puede ser una conducta que va en contra de lo que normalmente enseñan en el hogar durante la etapa de la niñez, este comportamiento puede tener un cambio significativo cuando el entorno está conformado por personas con los mismos intereses en común, tal como sucede en el caso de los viajeros.
Ya en una adulta es posible conectar con personas desconocidas que aportan grandes conocimientos en medio de las experiencias que ofrecen los viajes, pasando de descubrir nuevos paisajes o culturas, a generar beneficios tanto emocionales como culturales, ayudando a expandir perspectivas y a vivir aventuras más auténticas.
Según expertos en psicología y sociología, interactuar con extraños durante los viajes aumenta la posibilidad de acceder a información valiosa que no se encuentra en las guías de viaje; desde recomendaciones de lugares escondidos hasta anécdotas que explican las tradiciones locales, lo que puede llevar a un viajero a sumergirse en la verdadera esencia del destino que visita.
Además, indican que hablar con otros viajeros o habitantes del lugar fomenta la empatía y el entendimiento cultural. Según estudios, estos encuentros casuales pueden ayudar a romper estereotipos y prejuicios, debido a que el contacto directo promueve una visión más matizada de otras culturas y formas de vida.
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Marisol Delgado, psicóloga y especialista en psicoterapia por la European Federation of Psychologists Associations (EFPA) y con consulta en Avilés, señala cómo “interactuar con extraños y que alguien te escuche, contribuye al fortalecimiento de la identidad, a la construcción del yo, a la autoestima”.
La experta explica que al formar parte del mundo, todos los seres humanos tienen algo que aportar cuando sienten la necesidad de hacerlo y esto no se limita al círculo de la familia o amigos. “El ser humano tiene la gran suerte de contar con el lenguaje. Es verdad que muchos animales se comunican entre ellos, pero es otro tipo de intercambio de información. Nosotros podemos elaborar todo un análisis de la realidad, expresar nuestros sentimientos e incluso, utilizar el lenguaje para hablar del lenguaje”, agrega.
Por esta misma línea, Delgado explica que “cuando ponemos en palabras nuestros pensamientos, estamos viviéndolos de nuevo, rediseñándolos. Este es el gran poder de la terapia psicológica, que se basa en hablar”.
Entre tanto, Nicholas Epley y Juliana Schroeder, investigadores de la Universidad de Chicago citados por la prestigiosa revista de viajes Condé Nast Traveler, hicieron un experimento para comprobar el efecto de charlar con desconocidos, y para ello utilizaron un tren de esa ciudad.
Allí reunieron a un grupo de personas en su trayecto hacia el trabajo, les dieron algunas instrucciones para que hablaran con la persona que tenían al lado sobre cualquier cosa y, a un segundo grupo, se les prohibió hablar, mientras que un tercero tenía que hacer lo que normalmente se hace en el viaje.
Una vez fueron cuestionados sobre esta experiencia, el primer grupo la calificó de una manera más positiva, afirmando que al sostener una buena conversación, habían abandonado el tren con un mejor estado de ánimo. Los que no interactuaron con nadie, calificaron peor el trayecto y afirmaron que salieron con la misma disposición con la que habían entrado.
Por otro lado, con este experimento se comprobó que aunque existe una creencia de que hablar con extraños es difícil, en realidad puede llegar a ser más sencillo de lo que muchos imaginan cuando son personas amables, comunicativas y dispuestas a compartir sus experiencias.