Tres pueblos encantadores del Eje Cafetero para no perderse en unas vacaciones: están llenos de historia y tradición

El Eje Cafetero es una de las regiones del país que los turistas seleccionan para pasar una temporada de descanso. Allí es posible conocer la hermosa arquitectura colonial de sus pueblos, admirar bellos paisajes en los que destacan montañas, ríos y valles; además de degustar una deliciosa gastronomía y deleitarse con un rico café.

Uno de los planes más especiales para realizar en esta zona del país es la visita de sus pueblos, que hacen parte de su gran patrimonio no solo histórico, sino cultural y turístico. En cada uno de los municipios de los departamentos que conforman esta región del país hay diversidad de planes para hacer y sus encantos son muy especiales. Estas son algunas de las poblaciones que no se deben dejar por fuera de la agenda de un viaje a esta zona del territorio nacional.

Quimbaya, en Quindío

Ubicado muy cerca de Armenia, este municipio de Quindío destaca por su orientación turística. En el centro del pueblo se encuentran el Parque Bolívar, un lugar ideal de encuentro no solo para los habitantes del municipio sino para los visitantes. Es un espacio rodeado de árboles y jardines, en donde también se aprecia una estatua de Simón Bolívar.

Una de las construcciones para admirar es el templo Jesús, María y José, que destaca por la escultura del Cristo de la Esperanza, que tiene una altura cercana a los diez metros, por lo que es considerada una de las más elevadas de América Latina. Es un lugar de recogimiento espiritual y también un punto de interés para quienes aprecian la arquitectura y la historia religiosa del municipio.

Uno de los grandes atractivos de este municipio es el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), un sitio temático ideal para visitar en familia o con amigos. De igual forma, los viajeros tienen la posibilidad de conocer el Parque los Arrieros. Para los amantes de la naturaleza está la Reserva Natural La Montaña del Ocaso.

Marsella, en Risaralda

Este pueblo está ubicado a solo 30 kilómetros de Pereira, capital de Risaralda. Se dice que es el más conservado de este departamento y se ha consolidado como uno de los más bonitos del Paisaje Cultural Cafetero. Es reconocido por su arquitectura antioqueña, tradiciones paisas y campesinas, cultura cafetera y amabilidad de sus habitantes.

Allí se puede visitar la plaza central, desde donde se aprecia la arquitectura colonial de sus edificaciones. También está la Casa de la Cultura, en donde se suelen ver los ensayos de grupos de danzas folclóricas, bandas instrumentales, gente pintando o personas realizando artesanías y el Jardín Botánico Alejandro Humboldt. Este es un pequeño bosque natural bien conservado, que se puede observar a las afueras del pueblo. Se dice que es el hogar de 516 especies vegetales correspondientes a 110 familias.

Marulanda, en Caldas

La arquitectura colonial es uno de los atractivos de Marulanda, en el departamento de Caldas. Son comunes las casas de dos pisos, en las que destacan los zócalos coloridos, además de los hermosos paisajes cafeteros, cascadas y el bosque de la palma de cera, que es el árbol insignia de Colombia.

Esta población está rodeada de un paisaje de bosque de niebla que alberga múltiples especies de flora, entre las que se encuentran árboles como el roble, el nogal, el yarumo, las acacias y los sietecueros. En cuanto a la fauna, están el puma, el león, el oso de anteojos, los búhos, guatines y mirlas.

Marulanda también tiene atractivos para los turistas más aventureros, se trata de la Cueva de María La Parda y las Cuevas de Bermúdez, lugares para explorar que resguardan varios mitos y leyendas que hacen parte de la tradición oral caldense.