Turismo
Un pueblo de ensueño en Segovia, el destino más bello para visitar en diciembre
Prestigiosa revista eligió este lugar como el más bonito de España para vivir una Navidad mágica.
Los amantes de los viajes saben perfectamente que el mundo es un mosaico de paisajes, culturas y destinos llenos de encanto por descubrir, cada uno con sus propias características y en algunos casos, especial en una época determinada del año.
En otras palabras, se podría afirmar que para cada mes hay un lugar por explorar, descubriendo desde playas soleadas hasta montañas nevadas, entre otros tantos escenarios naturales que ofrecen experiencias únicas a cada viajero.
Por eso, la prestigiosa revista National Geographic se encarga de elegir siempre un destino, cuando considera que es su mejor momento de brillar como en el caso de Alquézar, en Huesca, seleccionado en octubre como el pueblo más encantador que ver en España.
Luego, este título lo ganó Frías, en Burgos, durante el mes de noviembre, como una ciudad medieval que resalta por su belleza natural, conservando “un esplendoroso pasado histórico que sintetiza visualmente con la fortaleza que la culmina, el Castillo de los Duques de Frías (o Castillo de Velasco)”, resaltó el medio en su momento.
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Ahora, poco antes de terminar el año, el sitio elegido para visitar en diciembre es el pueblo segoviano de Pedraza, ubicado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Segovia, considerado como el pueblo medieval mejor conservado del mundo.
Esta localidad cuenta con menos de 400 habitantes, según la revista, y se ha convertido en una escapada rural ideal para un fin de semana en invierno, ofreciendo una experiencia inolvidable capaz de paralizar el tiempo mientras se camina por sus calles empedradas.
Su historia empezó a escribirse desde que se levantó entre los arroyos Encinarejo y Vadillo, en mitad de dos cerros, reconocida como un Conjunto Histórico desde los años 50 al que se puede acceder sin mayor complicación desde la Puerta de la Villa, construida en el siglo XI que aún exhibe el escudo de Pedraza Íñigo Fernández de Velasco, quien la mandó a reconstruir en el siglo XVI.
Las puertas de este destino se caracterizan por estar siempre abiertas a los visitantes que demuestren sus buenas intenciones en explorarlo y conocer su pasado recordando esa época en la que esta localidad “era fortaleza y mercado de la comarca, referente de la industria textil por sus tejidos de lana merina”, señala la revista.
Además de su historia, los viajeros tienen la oportunidad de conocer otros de sus atractivos turísticos como la antigua cárcel que rememora los tiempos más oscuros de la Edad Media en el territorio.
Durante la experiencia, no se puede pasar por alto el recorrido por la Plaza Mayor, cuyo origen se remonta a mediados del siglo XVI, “cuando las familias de nobles de la villa disfrutaban desde sus balcones guarnecidos de los festejos taurinos que se celebraban”. Esta zona cuenta con soportales frente a la iglesia, el suelo es empedrado y conformada por casas alusivas a la época.
También está la calle Real, donde se encuentra la sede de la Fundación Villa de Pedraza, que cuida el rico patrimonio de la localidad desde el año 1993, como lo son las ruinas de la antigua Iglesia de Santo Domingo, antigua judería del pueblo que ahora es un escenario lleno de atractivo estético.