Una comedia sobre el machismo

A través del lenguaje del clown, y acompañados de música en vivo y mucho color, ocho personajes emergen de una gran caja de música.

Ellos son las actrices Diana Ángel, Mónica Giraldo y Cecilia Navia, y los actores Juan Pablo Barragán, Fabián Mendoza, Biassini Segura, Jair Aguzado y Anderson Balsero. Todos harán parte de una obra que  busca hacer reir pero a la vez concientizar sobre el profundo e histórico problema del machismo.

Escrita en 1666, la historia del legendario dramaturgo Molière no ha perdido vigencia. Esta versión conserva la trama, el conflicto y la esencia de los personajes, pero adaptado al lenguaje local, más precisamente campesino.

Una de las virtudes de esta obra radica en que estos son temas que permanecen latentes en la sociedad actual, que logran identificarse en situaciones cotidianas y que demuestran que la fuerza de los clásicos sigue más vigente que nunca.

El protagonista de esta puesta en escena es un perezoso leñador llamado Sganarelle, quien está casado con Martina, y viven en constantes peleas a causa de las actitudes presuntuosas de él.

“¿Entonces ya no le puedo pegar a mi mujer en mi casa?”, se pregunta indignado Sganarelle en una escena, a lo que su esposa Martina responde con convicción: “Una mujer es como un animalito, una necesita que la corrijan”.

La trama de la historia llega a su clímax cuando Martina decide jugarle una broma pesada y hace pasar a su marido por un médico ante unos criados, quienes buscan que alivien urgentemente una extraña enfermedad que padece la hija de su patrón. Cuando todos descubren que Sganarelle no es ningún médico, le propician una dura paliza hasta que logran que confiese la verdad.

La paciente que debía atender resulta también ser una mentirosa y estar fingiendo su supuesta enfermedad para evitar que la obliguen a casarse con el hombre que no ama, y a partir de esto se desprenden una serie de absurdos e interesantes acontecimientos.

Con el lenguaje del clown y con la ayuda de elementos mínimos, la obra busca que todo tipo de espectadores se conecte con la historia, la disfrute y ante todo se divierta.

“El lenguaje del clown, para mí, es un personaje que un actor construye a partir de su propio ridículo. Un buen clown es aquel actor que se desenmascara y muestra su ridículo. Esta es una comedia clásica adaptada a estos tiempos y colombianizada, con elementos del lenguaje del clown, por ejemplo, su relación directa con el público”, explica Mario Escobar, director de la obra.

Frente a la difícil equilibrio entre el humor y la concientización del machismo, la actriz Diana Ángel comenta: “Me parece peligroso que a todo le saquemos chiste en Colombia. Pero creo que en esta obra transmite, con humor, un mensaje que sin duda concientiza. Ya sea con el tema del machismo, del dinero o de la mediocridad. Aquí el tema central es el maltrato intrafamiliar y el dinero, que cada vez obsesiona más a la gente y sobrepasa el amor”.

Y concluye con una invitación: “Les aseguro que se van a reír. Eso es difícil de lograr. Y aunque los colores, los vestuarios puedan dar otra apariencia, este es un teatro muy organizado y disciplinado y a la vez un espectáculo. Podría parecer un circo pero que va mucho más allá”.

Un médico a palos se presenta los martes y miércoles a las 8:30 p.m. Para más información ingrese aquí.