TOROS

Un niño torero en la Santamaría

Guillermo Valencia, por su precocidad para enfrentar a novillos de más de 300 kilos, ha ilusionado a la afición colombiana que sigue sus pasos con esperanza. Este fin de semana se presenta en la Santamaría.

13 de agosto de 2010
Guillermo Valencia tiene 14 años y es una de las promesas del toreo colombiano. Este fin de semana actuará en Bogotá, la plaza que lo dio a conocer hace un año. | Foto: Rodrigo Urrego - SEMANA

No son muchos los toreros que se han ganado el privilegio de convertirse en ídolos de la Santamaría. Y aunque esa palabra puede sonar aún exagerada para un niño de 14 años, Guillermo Valencia se ha ganado el cariño de la afición más exigente del país.

Ha pasado un año desde su deslumbrante aparición. Su pequeña figura cautivó en el festival de verano de 2009. Desde que hizo el paseíllo, sorprendió con sus andares. De niño torero y de pequeño maestro. Pero lo que más causó admiración fue la sorprendente tranquilidad con la que se enfrentó a novillos de más de 300 kilos.

Guillermo valencia, el pequeño maestro de Popayán, vuelve a Bogotá. Tiene unos centímetros más de estatura y su rostro empieza a marcar el camino de convertirse en hombre. Ha madurado. Aún sigue siendo niño, pero mucho hay entre aquella tarde de agosto en la que se conoció con la afición de la capital.

“Van a ver a un Guillermo Valencia más preparado” –dice el torero que volverá a hacer el paseíllo este fin de semana en el marco del Festival de Verano-. “vuelvo con mucha ilusión y con muchos deseos de revivir esas inmensas alegrías que me produjo la Santamaría el año pasado. Espero que este año todo sea superior”.

Guillermo le debe mucho a Bogotá. La Santamaría fue la plaza que lo dio a conocer y lo catapultó. Si el año pasado llegó con un corto bagaje, en plazas de pueblos del Cauca, el Valle y Nariño, ahora viene tras haber pisado las plazas más importantes de Colombia.

Porque gracias a sus triunfos en la Santamaría, los empresarios de Cali y Manizales se volcaron con él. Debutó en Manizales en octubre, donde también salió a hombros, Tres tardes en Cali, y una gran presentación en la plaza de toros de Quito, la más importante de Ecuador.

“La afición de la Santamaría la llevo en mi corazón. Le agradezco lo que me ha dado, por haberme acogido con tanto aprecio y gracias a eso se me abrieron muchas puertas de forma inmediata”, dice Valencia, con una voz un poco más gruesa, que deja entrever que su madurés no es solo taurina, también corporal.

El ‘niño del vestido verde’, como lo identificaron en su primera actuación, ha mandado confeccionarse un nuevo traje para el que será su reencuentro con Bogotá. El color será sorpresa, dice, pero quiere impregnarlo con las mismas sensaciones que tuvo hace un año.

“Son recuerdos que todavía están en mis pensamientos, porque debute en la primera plaza del país y quede como triunfador. Me da mucha alegría haber logrado todo eso y Dios quiera que así sea este año. Lo que mas recuerdo es el aprecio de la gente y con el cariño que me trataron y esperemos que este año todo salga bien”, confiesa el torero.

Valencia es el torero que más ilusiona a la afición colombiana. Y en la Santamaría son pocos los que, de niños, han conseguido todo para hacerse ídolos.

Muchos aficionados veteranos recuerdan aquella irrupción de 1977 cuando un pequeño y delgado niño del barrio Santander, en el sur de Bogotá, expuso sus credenciales para hacerse ídolo.

Ese niño, de nombre Julio César, se convirtió, en los años 90, en el máximo ídolo de la afición colombiana en toda la historia, y en uno de los mejores toreros del mundo, capaz de llenar y triunfar en todas las plazas que anunciaban su nombre, “César Rincón”, en sus carteles.

Guillermo admira a Rincón, a quien ve como un modelo a seguir. Pero no quiere que lo llamen sucesor de nadie. Sólo busca escribir su propia historia, y que en Popayán, el nombre de Guillermo Valencia no se refiera sólo al gran poeta de la ciudad blanca. El nuevo Guillermo Valencia también quiere ser maestro, pero del arte del toreo.

Tres carteles

La temporada de Verano en la Santamaría empezó el pasado domingo 8 de agosto con la primera novillada, en la que salió triunfador el bogotano Andrés Franco.

Este fin de semana la Corporación Taurina de Bogotá ofrecerá dos novilladas y una corrida de toros. Esta es la programación:

Sábado 14 de agosto
Novillos de Pozoblanco, para
Enrique Parra
Guillermo Valencia
Francisco Gómez
Juan De Castilla
Juan Manuel Noreña
y el rejoneador José Miguel González.

Domingo 15 de agosto
Novillos de Armerías, para
Guillermo Valencia
Carlos Lárraga (Ecuador)
y el rejoneador Mauro Andrés.

Lunes 16 de agosto
Toros de El Encenillo y Achury Viejo, para
Guillermo "Perla Ruiz"
Juan Valencia
y el rejoneador Willy Rodríguez.