CONTROVERSIA
El equipo profesional de fútbol que no tiene dónde jugar
UniAutónoma, el club que era propiedad de Silvia Gette, llegó a la categoría A pero no cuenta con estadio.
UniAutónoma FC, el equipo barranquillero que se ganó el cupo para jugar en la primera división del fútbol colombiano, no ha podido gozarse su ascenso por los problemas que le han venido encima.
En primer término, al club le cayeron rayos y centellas por haber tenido como una de sus socias a la polémica exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe Silvia Gette, detenida y sindicada de haber instigado el homicidio de un ganadero en Barranquilla y de organizar una extorsión a un jefe paramilitar en una cárcel de Bogotá.
Una vez expulsaron a Gette, según los directivos, ahora el problema es otro más complejo: no hay estadio para jugar los compromisos del próximo campeonato. Las cabezas de UniAutónoma han señalado que quieren debutar en el viejo estadio barranquillero Romelio Martínez, pero no han conseguido el aval de su rival de patio, el Atlético Junior, que juega en el Metropolitano.
Las reglas de la División Mayor del fútbol Colombiano (Dimayor) establecen que cuando un equipo profesional busca como sede la ciudad en la que hay otro club debe obtener su beneplácito para poder jugar allí. De hecho, la escena ya tuvo lugar una vez, cuando el equipo de la Universidad Autónoma llegó a la B y el Junior le negó el derecho a ser local. Fue por eso que para participar en el campeonato, UniAutónoma escogió a Sabanalarga como su sede.
La cosa no parece fácil porque el senador y dueño del cuadro ‘tiburón’, Fuad Char, no ha dado su brazo a torcer para compartir el público barranquillero. Hace pocos días, incluso, no dudo en dejar en entredicho la legalidad de la joven escuadra.
“¿Quiénes son los dueños del equipo de fútbol de la Universidad Autónoma? Que me muestren los estatutos. ¿Quiénes son los socios? ¿Quién es el presidente del equipo? ¿Qué capital tiene? ¿Es Silvia Gette la presidenta? ¿Está Silvia Gette presa?”, cuestionó entonces ante la prensa.
¿Un asunto de privados?
A esto se sumó la posición de la Alcaldía de la capital atlanticense, que ha dicho que se trata de un asunto entre privados y que ellos mismos deben resolver. De esta manera, no hay solución a la vista para este equipo que apenas toca el cielo de la división mayor del fútbol.
Por todo esto, el martes pasado el presidente del conjunto universitario y rector de la Universidad Autónoma, Ramsés Vargas, produjo un comunicado donde aseguró que la Alcaldía de Barranquilla no podía renunciar a la posibilidad de liderar el desarrollo local y del “uso justo de los bienes del Distrito”.
Ramsés argumenta que, según estudios económicos preliminares, se estima que el equipo de fútbol produciría un efecto económico cercano a los 32.000 millones de pesos anuales por concepto de publicidad, turismo, transporte, hotelería, restaurantes, energía, combustibles, infraestructura y entre otros temas. Además del impacto en materia de generación de empleo directo e indirecto.
“Creemos que con base en los derechos a la recreación y el deporte y a la igualdad, la alcaldesa debe intervenir directamente y ejercer su liderazgo en un tema que compromete el interés común”, dice Ramsés.
Pero el tiempo apremia. Por esa razón este jueves en una entrevista en el diario El Heraldo, el presidente de la Dimayor, Ramón Jesurun, dijo que la entidad necesita saber, a la mayor brevedad, cuál será el escenario donde jugará el equipo. Dijo que, de no ser Barranquilla, UniAutónoma deberá escoger, de acuerdo a los reglamentos, un estadio que tenga por lo menos cupo para 10.000 personas y que cuente con iluminación.
La incertidumbre continúa y las directivas de la Universidad Autónoma y su junta directiva, dueñas del equipo ahora no tienen una alternativa clara. Lo más curioso es que cuando tenían despejado el camino al expulsar de la Universidad y del equipo a Silvia Gette, surgió este nuevo escollo que no deja dormir tranquilos a las directivas del nuevo protagonista de la división mayor del fútbol colombiano.