Uruguay 1930

Uruguay, campeón olímpico de fútbol en los Juegos de París de 1924 y de Ámsterdam de 1928, fue elegido como sede del primer Mundial, un torneo que más parecía una Copa América con cuatro convidados de Europa de segundo nivel, ya que las grandes potencias del Viejo Mundo (Inglaterra, Italia, Austria, Alemania, España) se negaron a realizar el penoso viaje de varias semanas en barco. Al final se hicieron presentes apenas 13 equipos que se organizaron en grupos, uno de cuatro y tres de tres. Argentina superó a Francia, Chile y México. Yugoslavia, por su parte, ganó el grupo 2, por encima nada menos que de Brasil, que aún no era la gran potencia del último medio siglo, y de la débil Bolivia. Uruguay ganó su grupo, por encima de Rumania y Perú, mientras que Estados Unidos, integrado más que todo por mercenarios de las islas británicas, superó en su grupo a Bélgica y Paraguay.

Uruguay y Argentina, los grandes favoritos del torneo, comenzaron a crear un clima de tensión. Los argentinos querían vengar la derrota que sufrieron en la final olímpica de 1928 ante Uruguay, y los dueños de casa estaban empeñados en ganar el torneo al precio que fuera. Sin embargo, el sorteo determinó que los dos rivales del Río de la Plata no se encontrarían en semifinales. En esta fase los uruguayos golearon 6 a 1 a Yugoslavia y los argentinos a Estados Unidos por el mismo marcador. En este torneo no se jugó partido por el tercer lugar. Luego de un partido que 80 años después de haberse jugado aún enciende debates, los dueños de casa vencieron 4 a 2 y se proclamaron campeones del mundo.

Foto auxiliar
En 1930 las cosas eran bien diferentes a ahora. Trasladarse de Europa a Uruguay en barco tomaba semanas (Francia en la foto). Como muchos jugadores no eran profesionales, para jugar en la Copa debían pedir permisos especiales o arriesgarse a perder sus empleos.


El partidazo
URUGUAY 4 – ARGENTINA 2
La final que protagonizaron Uruguay y Argentina tuvo toda la carga dramática digna de una final de una Copa del Mundo y a la vez de un partido de barrio. La marcada rivalidad existente entre ambos países y la trascendencia del juego le dio características de leyenda. Al terminar el primer tiempo, Argentina ganaba 2 a 1. Pero en el tiempo complementario, los uruguayos sacaron a relucir su garra y ganaron 4 a 2. Los argentinos reclaman que los amenazaron. Los uruguayos consideran que su determinación les permitió dar vuelta al resultado.

No estuvo listo
Uruguay celebraba el centenario de su independencia, así que decidió construir un gran estadio que llevaba el nombre de la conmemoración. Sin embargo, las lluvias del invierno austral no permitieron concluir a tiempo el estadio, así que los primeros partidos de la Copa del Mundo se jugaron en los estadios de Peñarol y de Nacional de Montevideo.