DISPOSITIVOS

¿Vale la pena comprar un televisor curvo?

La evolución de los televisores pasó del gigantismo en el tamaño a las curvaturas en los diseños. ¿Qué tanta aceptación tendrán estos equipos en el mercado?

6 de abril de 2015
| Foto: Cortesía Samsung

Para competir con los dispositivos móviles, los televisores han tenido que convertirse casi en pantallas similares a las de las sales de cine. En primer término, los fabricantes tuvieron que apostarle al tamaño y a la calidad de imagen para hacerle frente a las tabletas, ahora deben jugar sus fichas al diseño.

Son los televisores curvos los que tienen, en parte, la difícil labor de atraer un segmento de los consumidores que consume sus contenidos preferidos desde su computador, tableta o teléfono inteligente. Como explican voceros de Samsung, “La televisión evolucionó a tal punto que estos dispositivos más allá de transmitir imágenes, son un generador de experiencias”.

Existen varios mitos alrededor de los televisores con diseño curvo. El primero, y más usual, es si la imagen se distorsiona por cuenta del diseño, la respuesta es: no. De hecho, gracias a la curvatura se genera una mayor comodidad para el ojo.

Por otro lado, varios usuarios se preguntan si por el diseño curvo hay algún problema con el reflejo de la luz. La respuesta es: no. Precisamente, el diseño busca mantener mayor nitidez en comparación con un televisor plano (que recibe todo el reflejo de la luz y carece de filtros para mitigar la reflexión.

Otro mito, que se levantó con el boom de los televisores curvos, se relaciona con la distancia que deben tomar los usuarios para visualizar de la mejor manera los contenidos. Varios estudios realizados por los propios fabricantes indican que la mejor distancia para sacarle todo el provecho a estos equipos es de tres a cuatro metros, independientemente de la ubicación de los usuarios.

Estos televisores fueron concebidos para la familia. Su concepto busca convertir las salas de los hogares en pequeñas espacios de cine donde se pueden ver contenidos como películas, series o documentales.

Por otra parte, el fútbol es una de las grandes apuestas de este tipo de equipos. Los televisores curvos buscan tentar a los hinchas para que también conviertan la sala de su casa en una nueva grada del estadio virtual. La ubicación de los bafles, sumado a la curvatura, proporcionan al consumidor una vista más panorámica, con mayor cobertura de la imagen para no perderse ningún detalle.    

Actualmente un equipo con diseño curvo cuesta entre dos y siete millones de pesos, dependiendo el tamaño. En Colombia se pueden conseguir equipos de 48 a 78 pulgadas. La elección depende claramente de las necesidades del consumidor.

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