Agüeros con el carro para el 31 de diciembre: lavarlo, encenderlo y otros trucos para tener un mejor 2025

Cada 31 de diciembre hay personas que recurren a diferentes agüeros para despedir el año y para recibir el nuevo calendario, por lo que deciden lucir prensas de vestir de ciertos colores, preparar ciertos platos o llevar a cabo algunas actividades con el fin de ‘decretar’ que el año que comienza será mucho mejor que el anterior en diferentes aspectos.

En medio de toda esta festividad, el carro es un bien que no escapa a los agüeros y hay quienes lo hacen partícipe de estas tradiciones, al convertirlo en protagonista de algunos rituales que, más allá de ser llamativos, dependen de las creencias personales de cada quién.

Agüeros con el carro para este 31 de diciembre

Lavar el carro para eliminar energías negativas

Un ritual popular consiste en lavar el vehículo el 31 de diciembre. Más allá de la limpieza física, este acto simboliza la eliminación de energías negativas acumuladas durante el año que termina. Se recomienda hacerlo con agua limpia y, si es posible, añadir unas gotas de esencia de romero o limón para potenciar la purificación.

Bendecir el carro con agua bendita o sahumerios

En muchas culturas, bendecir el carro con agua bendita es una tradición arraigada. Este ritual busca garantizar la protección del vehículo y de sus ocupantes durante el nuevo año. Alternativamente, algunas personas prefieren usar sahumerios con hierbas como la ruda, el romero o el palo santo, para limpiar el ambiente ya.

Colocar monedas en el interior del carro

Para atraer prosperidad económica, es común colocar monedas debajo de las alfombras del vehículo o en compartimentos como la guantera. Este gesto simboliza abundancia y estabilidad financiera para el año entrante. También se puede complementar con billetes pequeños para reforzar la intención.

Dar una vuelta con el carro en señal de movimiento y progreso

Así como muchas personas caminan con maletas para atraer viajes, se recomienda dar una vuelta simbólica con el carro, ya sea alrededor del vecindario o simplemente encendiéndolo y moviéndolo unos metros. Esto simboliza el deseo de movimiento, progreso y nuevas oportunidades.

Colocar una cinta roja en el retrovisor

El uso de una cinta roja en el retrovisor interno del carro es un ritual muy extendido para protegerse contra lo que en algunas culturas llaman “el mal de ojo” y las energías negativas. Este sencillo, pero poderoso gesto es una manera de mantener el vehículo “blindado” contra envidias y accidentes.

Escribir deseos y guardarlos en la guantera

Un ritual introspectivo consiste en escribir en un papel algunos deseos y guardarlos en la guantera del vehículo; este se utiliza para, según las creencias populares, atraerlos y hacerlos posibles durante el nuevo año.

Encender el carro a la medianoche con intenciones positivas

Todo llamado que se le haga a las cosas positivas es bienvenido, por eso, muchas personas optan por encender su carro a la medianoche y hacer una plegaria cargada de deseos positivos.

Evitar dejar el tanque vacío

Un agüero práctico y simbólico es asegurarse de que el tanque de gasolina esté lleno al cerrar el año. Esto representa abundancia y preparación para enfrentar los retos del nuevo ciclo. Además, simboliza que nunca faltará energía ni recursos para a

Mantenerlo ordenado y limpio al finalizar el día

Finalmente, dejar el carro limpio y ordenado al terminar el 31 de diciembre es un acto simbólico para recibir el año con claridad y organización. Esto refuerza la intención de atraer un ciclo lleno de buenas experiencias y energía.

Estos rituales no solo son una manera de cuidar el carro, sino también de proyectar intenciones positivas para el próximo año. Realizarlos con fe y gratitud puede marcar la diferencia en la forma en que se inicia el nuevo ciclo, asegurando que cada kilómetro recorrido esté lleno de buenas energías y bendiciones.

Son costumbres populares que se han arraigado con el paso de los años en los diferentes hogares y que más allá de una tradición decembrina hay quienes consideran que funcionan; sin embargo, no son más que rituales a los que acuden muchas personas debido a las fiestas de fin de año.