Vehículos
Alemania le apuesta a convertirse en el país con mayor espacio para los carros autónomos: esta es la estrategia
El gobierno de ese país discutirá medidas para favorecer esta industria y proteger empleos.
El Gobierno alemán ha dado ‘luz verde’ a la nueva estrategia de conducción autónoma, que pretende hacer del país “el mayor espacio operativo” del mundo para esta movilidad sin conductores en 2028.
El plan específico, consultado por Europa Press, tiene como objetivo allanar el camino para aumentar la presencia de los vehículos autónomos en las carreteras europeas y crear las condiciones “adecuadas” para avanzar en el desarrollo de esta tecnología.
El gabinete que dirige el canciller Olaf Scholz quiere hacer de Alemania “uno de los lugares de innovación y producción” líderes del mundo en esta materia. Y es que, si bien Alemania ya es pionera en el campo de la regulación de los vehículos autónomos tras las legislaciones aprobadas en 2017, 2021 y 2022, el país está rezagado respecto de otras partes del planeta en lo que se refiere a la expansión de estos servicios.
La presencia de taxis robotizados en Alemania está limitada a proyectos individuales y circunscritos a ciudades concretas, lejos de las hojas de ruta ya trabajadas durante años en otras localidades como San Francisco (Estados Unidos) y varias ciudades chinas.
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Según el documento, a lo largo del próximo año se identificarán las opciones de financiación para la movilidad autónoma en el transporte público y más adelante el de mercancías. Además, el ministro de transportes, Volker Wissing, aseguró que se trabaja para poner en marcha nuevos proyectos “cuanto antes”.
“La conducción autónoma es una tecnología clave para una movilidad innovadora, limpia, sin barreras y asequible. Con esta estrategia creamos el marco adecuado y favorable a la innovación”, añadió el ministro.
En última instancia, el Gobierno federal quiere aumentar la competencia en este segmento de la movilidad para promover la demanda de vehículos autónomos y favorecer el mantenimiento de puestos de trabajo y la actividad de fabricantes y proveedores de la automoción del país. Complementariamente, con esta tecnología se pretenden mejorar las conexiones de transporte tanto en zonas rurales como en zonas y pedanías alejadas de las grandes ciudades.
Los vehículos autónomos podrían estar en funcionamiento regular en Alemania a partir de 2026.
Estados unidos toma el liderazgo en esta nueva onda de la movilidad
Los miembros del equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, trabajan en la flexibilización de la normativa federal sobre los vehículos autónomos y, de hecho, consideran hacer de esta nueva ley una de las prioridades del próximo Departamento de Transportes.
Lo que de momento no son más que rumores en los pasillos de la todavía Casa Blanca de Joe Biden, este posible cambio de la ley está dando alas a Tesla en el Nasdaq estadounidense, cuyos títulos se han llegado a aumentar su valor promoviendo que la capitalización de Tesla se haya disparado a inicios de noviembre.
El director ejecutivo del fabricante de vehículos eléctricos, Elon Musk, prometió a sus inversores durante la presentación de resultados del pasado trimestre que quiere impulsar el negocio de los robotaxis cuyo servicio espera poder poner en marcha en 2025 en diferentes ciudades de Estados Unidos. En estos momentos, la compañía ya ofrece este transporte para sus empleados en la bahía de San Francisco.
A día de hoy, las normas federales estadounidense plantean obstáculos para el desarrollo de la tecnología de conducción sin volante ni pedales a gran escala por las reticencias existentes en todo lo que tiene que ver con la seguridad.
Y es que si bien la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) --organismo dependiente del Departamento de Transporte-- podría emitir una normativa que agilice la adopción del coche autónomo en las carreteras norteamericanas, Trump estaría buscando, según ‘Bloomberg’, acelerar todo el proceso a través de la ley del Congreso, que despejaría el camino para un uso masivo de esta tecnología sin conductor.
Actualmente, la NHTSA permite a los fabricantes desplegar una flota de 2.500 vehículos autónomos cada año bajo una exención concedida, aunque el objetivo es que esta cifra se pueda aumentar hasta las 100.000 unidades.
No obstante, esta medida ya ha fracasado en su trámite legislativo hasta en dos ocasiones anteriores. La primera durante el primer mandato de Trump, cuando se llegó a aprobar un proyecto de ley para aumentar la flota de coches autónomos, pero la medida se estancó en el Senado.
Posteriormente, durante el Gobierno de Biden se volvió a intentar fusionando este proyecto de ley con una batería de normas complementarias, pero fracasó cuando algunos fabricantes intentaron incluir un texto que impidiera a los consumidores presentar demandas o presentar demandas colectivas por posibles accidentes.