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Los riesgos de calibrar las llantas en caliente: puede resultar peligroso para el conductor y sus acompañantes
Las llantas son esenciales para la seguridad y el rendimiento de cualquier vehículo.
La calibración adecuada de las llantas es un aspecto crucial para el buen funcionamiento y la seguridad de un automóvil. Aunque la mayoría de los conductores están familiarizados con la necesidad de mantener una presión correcta en las llantas, pocos conocen que el momento en que se realiza esta calibración puede afectar significativamente el rendimiento y la seguridad del vehículo.
Calibrar las llantas en frío, es decir, cuando han estado en reposo durante varias horas, es esencial para obtener una lectura precisa, evitar riesgos y lograr un mejor rendimiento del vehículo.
¿Por qué calibrar las llantas en frío?
Cuando un automóvil circula, las llantas se calientan debido al roce constante con la carretera, lo que provoca que el aire dentro de ellas se expanda. Esto puede generar una variación significativa en la presión interna. Por esta razón, los fabricantes de neumáticos y las autoridades de seguridad vial recomiendan realizar la calibración de las llantas en frío, es decir, cuando el vehículo ha estado detenido durante al menos tres horas, o bien si ha recorrido una distancia corta a baja velocidad.
La presión de las llantas influye directamente en la adherencia, el desgaste y el rendimiento general del automóvil.
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Si se mide la presión cuando las llantas están calientes, la lectura puede ser errónea, lo que lleva a ajustes inapropiados y a una falsa sensación de que las llantas están correctamente infladas.
Ventajas de calibrar las llantas en frío
- Lectura precisa de la presión: La principal ventaja de calibrar las llantas en frío es que se obtiene una medición precisa de la presión interna del neumático. Cuando el automóvil ha estado detenido, el aire dentro de las llantas no está caliente, lo que significa que no está expandido. Esto permite que el manómetro o el sistema de calibración brinde una lectura exacta que corresponde a la presión recomendada por el fabricante del vehículo.
- Mejor rendimiento y seguridad: Una presión de llantas adecuada mejora la seguridad del automóvil, optimizando el agarre y la estabilidad en la carretera. Si las llantas están infladas correctamente, el riesgo de aquaplaning, pinchazos y desgaste desigual se reduce considerablemente. Además, las llantas con la presión correcta contribuyen a un mejor control del vehículo, especialmente en condiciones de manejo extremas o cuando se conducen largas distancias.
- Mayor vida útil de las llantas: Mantener la presión correcta reduce el desgaste prematuro de las llantas. Un inflado incorrecto puede ocasionar que las llantas se desgasten de forma irregular, afectando su durabilidad. Un inflado excesivo o insuficiente puede hacer que la llanta se deforme, aumentando el riesgo de daños estructurales y acortando su vida útil.
- Eficiencia de combustible: Una presión de llantas correcta también tiene un impacto directo en la eficiencia del combustible. Las llantas subinfladas generan mayor fricción con la carretera, lo que obliga al motor a trabajar más para mover el vehículo, lo que aumenta el consumo de combustible. Por otro lado, las llantas sobreinfladas pueden reducir la superficie de contacto, lo que afecta la estabilidad y la tracción, pero también pueden aumentar la resistencia a la rodadura.
Riesgos de calibrar las llantas en caliente
- Lecturas inexactas: Cuando las llantas están calientes, la expansión del aire aumenta la presión interna. Esto puede dar lugar a lecturas de presión más altas de lo que realmente son, lo que podría llevar a un inflado excesivo de las llantas. Las llantas sobreinfladas son más susceptibles a daños por impactos, aumentan el desgaste en el centro del neumático y pueden reducir la adherencia, lo que pone en riesgo la seguridad del conductor.
- Desgaste desigual: El inflado incorrecto de las llantas, ya sea por sobrepresión o subpresión, contribuye a un desgaste irregular de la banda de rodadura. En el caso de las llantas sobreinfladas (debido a medirlas en caliente), la parte central de la banda de rodadura se desgasta más rápidamente que los bordes, lo que acorta la vida útil del neumático y puede comprometer la estabilidad del vehículo.