Vehículos
Marcas de carros europeas la pasan mal en la bolsa por cuenta de aranceles anunciados por Donald Trump
Los fabricantes de vehículos y de componentes para autos vieron cómo sus acciones en la bolsa de Fráncfort caían drásticamente.


Los fabricantes de automóviles y de equipos cayeron con fuerza este jueves en la apertura de las bolsas europeas, un día después de que Donald Trump anunciase aranceles del 25% a los autos fabricados fuera de Estados Unidos.
“El presidente Trump calificó estos aranceles de ‘permanentes’ y se aplicarán no solo a los carros totalmente ensamblados, sino también a las principales piezas automovilísticas, sobre todo los motores y los componentes eléctricos”, comentó Jim Reid, economista de Deutsche Bank.
Hacia las 8:30 a. m., en la Bolsa de Fráncfort, en la que cotizan muchas empresas del sector, Porsche perdía 4,30%; Mercedes, 4,31%; BMW, 4,09%; Daimler, 3,18% y Continental, 2,71%. En París, Stellantis caía 6,12%; Valeo, 5,65% y Forvia, 5,42%.

“El presidente Trump dijo que había aranceles aduaneros recíprocos previstos el 2 de abril, aunque después añadió que serían ‘muy indulgentes’, y también mencionó aranceles futuros a productos farmacéuticos y a la madera de construcción”, subrayó el economista.
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Asimismo, Donald Trump amenazó el jueves a la Unión Europea y a Canadá con aranceles adicionales si actúan en detrimento de Estados Unidos para responder a la guerra comercial lanzada por Washington.
¿Qué dicen los fabricantes europeos?
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha expresado su “profunda preocupación” por el último anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre nuevos aranceles a todas las importaciones de automóviles y piezas clave para su fabricación; una medida que los fabricantes europeos avisan de que dañarán también a la producción instalada en el propio país.
“Instamos al presidente Trump a considerar el impacto negativo de los aranceles no solo en los fabricantes de automóviles mundiales, sino también en la fabricación nacional de Estados Unidos”, ha indicado la directora de ACEA, Sigrid de Vries, en un comunicado en el que la industria insta a la UE y a Estados Unidos a “entablar un diálogo” para lograr una solución “inmediata” que evite las consecuencias “perjudiciales” de una guerra comercial.
De este modo, explican desde la ACEA, los aranceles a las importaciones extranjeras serán una “penalización que los consumidores estadounidenses probablemente pagarán”, pero también pesarán sobre los fabricantes en Estados Unidos que producen para el mercado de exportación por las tasas a las piezas clave que necesitan traer del exterior.

La industria europea incide en que los nuevos gravámenes, que Trump ha dicho que activará el próximo 2 de abril, llegan en “un momento decisivo para la transformación” del sector y en el que la “feroz competencia” internacional está en aumento.
Desde ACEA, además, argumentan que los fabricantes europeos han invertido “durante décadas” en Estados Unidos, “creando empleo, fomentando el crecimiento en las comunidades locales y generando enormes ingresos fiscales para el Gobierno” estadounidense.
Según los datos ofrecidos por los constructores europeos, sus plantas exportan entre el 50 % y el 60 % de los vehículos que fabrican en Estados Unidos, lo que supone “una importante contribución positiva a la balanza comercial estadounidense”.
El anuncio de Trump de que impondrá aranceles del 25 % a todas las importaciones de automóviles y componentes clave, incluidas las europeas, a partir del próximo 2 de abril se produjo apenas horas después de que el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, regresara de una visita de 24 horas en Washington para intentar relajar la tensión comercial entre Estados Unidos y la UE.
A su regreso, Sefcovic dijo haber mantenido “conversaciones sustanciales” con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y con el responsable comercial de la Administración Trump, Jamieson L. Gree, para tratar de alcanzar “un acuerdo justo y equilibrado en lugar de aranceles injustificados”.

Sin embargo, el comisario, que habla en nombre de los 27 en materia comercial, concedió que el “trabajo duro continúa” e insistió en que la Unión Europea no quiere una guerra comercial sino construir una relación fuerte mutuamente beneficiosa, aunque no cejará en proteger los “intereses” del bloque.
Bruselas ultima un paquete de contramedidas con un impacto potencial de hasta 26.000 millones de euros que prevé activar a mediados de abril en respuesta a los primeros aranceles de Trump al acero y al aluminio. La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, no obstante, dijo en las últimas horas que van a “evaluar” el anuncio y “otras medidas que Estados Unidos está contemplando en los próximos días”.