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No dañe su carro: estas son las formas seguras y efectivas de quitar los vidrios polarizados
Retirar los vidrios polarizados de un vehículo no tiene por qué ser un proceso complicado ni riesgoso, si se sigue el método adecuado.
Retirar los vidrios polarizados de un vehículo puede ser un proceso delicado que, si no se realiza correctamente, puede causar daños no solo al vidrio, sino también a otras partes del automóvil, como el interior o la pintura. Estos accesorios, aunque útiles para reducir el calor y proteger la privacidad, pueden llegar a desgastarse, o es posible que necesite removerlos de acuerdo a lo que exige la ley.
El uso de vidrios polarizados es muy popular entre los conductores debido a sus múltiples beneficios, como la protección contra los rayos UV y la reducción de la temperatura en el interior del vehículo. Sin embargo, existen situaciones en las que puede ser necesario retirarlos.
Una de las razones más comunes es el deterioro de la película polarizada con el tiempo, lo que genera un aspecto desgastado o burbujas en la superficie. Además, algunos países o estados tienen leyes que limitan el grado de este accesorio permitido en los vehículos, lo que obliga a los propietarios a remover los tintes no aprobados.
Por ejemplo, en el caso de Colombia, la ley establece que el nivel de opacidad permitido es del 30 % para los automóviles particulares. Esto quiere decir que el porcentaje mencionado no puede superarse, con lo que se garantiza la visibilidad adecuada desde el interior.
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Por ello, es crucial conocer el método adecuado para eliminar el polarizado sin dañar las ventanas o los sistemas eléctricos cercanos. Hacerlo de manera inexperta puede derivar en costosos desperfectos, especialmente en vehículos modernos que cuentan con sensores y cables cercanos a las ventanas.
Métodos para quitar el polarizado
El primer paso para remover vidrios polarizados es elegir el método adecuado según el tipo que tenga el automóvil. Los más seguros y efectivos incluyen el uso de calor o de soluciones especiales para disolver el adhesivo.
- Pistola de calor o secador de cabello: Este es uno de los más efectivos y seguros. La pistola de calor ayuda a debilitar el adhesivo que mantiene la película adherida al vidrio.
Al calentar suavemente el borde de la película polarizada y, con la ayuda de una tarjeta de plástico o una cuchilla no afilada, se puede empezar a despegar la película desde una esquina. Asegúrese de no sobrecalentar la zona para evitar dañar el cristal o los componentes eléctricos cercanos.
- Método del vapor: Similar al anterior, el vapor es otra técnica que utiliza calor para ablandar el adhesivo. Este penetra en el adhesivo, facilitando la extracción de la película.
Este método es ideal para vidrios más grandes, como los parabrisas traseros, donde el polarizado puede ser más difícil de remover sin dejar residuos. El uso de vapor también minimiza el riesgo de dañar el cristal.
- Soluciones químicas específicas: Existen productos comerciales diseñados para remover la película polarizada y su adhesivo. Estas sustancias se aplican directamente sobre el polarizado, dejándolos actuar el tiempo indicado en las instrucciones, y luego se puede retirar la película.
Es importante proteger el interior del vehículo, ya que los productos químicos pueden dañar la tapicería o los sistemas eléctricos si no se toman las debidas precauciones.
Cuidado posterior y manejo de residuos
Después de retirar la película polarizada, es probable que queden residuos de adhesivo en la ventana, para eliminarlos, puede usar una solución a base de alcohol isopropílico o un limpiador de vidrios que contenga amoníaco. Estos productos disuelven el adhesivo sin dañar el vidrio, se recomienda utilizar un paño suave para evitar rayones en la superficie.
Por último, es importante desechar los restos de la película de manera adecuada, ya que los componentes del polarizado no son reciclables en la mayoría de los casos. Verifique las regulaciones locales para una eliminación responsable.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.