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¿Por qué es importante manejar con los vidrios arriba cuando se atraviesa un túnel? Su salud podría estar en riesgo
Hay diferentes recomendaciones a la hora de que los conductores ingresen a una de estas obras que disminuyen los tiempos y distancias entre dos puntos.
A la hora de conducir por un túnel, es esencial tomar ciertas precauciones para garantizar la seguridad tanto del conductor como de los acompañantes. Una de estas medidas, que a menudo pasa desapercibida, es mantener las ventanas del vehículo completamente cerradas. Aunque pueda parecer una simple recomendación, esta práctica tiene fundamentos importantes relacionados con la salud, la seguridad y el confort del viaje.
Por qué es importante manejar con los vidrios arriba cuando se atraviesa un túnel
Protección contra la calidad del aire dentro del túnel
Los túneles suelen ser espacios cerrados con una ventilación limitada, lo que puede dar lugar a una acumulación de contaminantes. Los gases de escape de los vehículos, como el monóxido de carbono (CO) y el dióxido de nitrógeno (NO2), pueden concentrarse dentro del túnel, especialmente durante horas pico o en túneles largos y con mucho tráfico. Estos compuestos son nocivos para la salud y pueden causar mareos, náuseas o incluso problemas respiratorios si se inhalan en grandes cantidades.
Mantener las ventanas cerradas y utilizar el sistema de ventilación del vehículo en modo de recirculación ayuda a minimizar la exposición a estos contaminantes. De este modo, el aire dentro del vehículo permanece limpio y seguro para los ocupantes.
Reducción de ruidos y distracciones
Los túneles suelen ser entornos ruidosos debido a la reverberación del sonido producido por los motores de los vehículos y los sistemas de ventilación del propio túnel. Este ruido amplificado puede resultar molesto y dificultar la concentración del conductor. Al mantener las ventanas cerradas, se reduce significativamente la entrada de ruido externo, permitiendo un ambiente más tranquilo dentro del habitáculo del vehículo.
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Un menor nivel de ruido también reduce el riesgo de distracciones, permitiendo que el conductor se enfoque plenamente en la tarea de conducir, lo cual es crucial en un entorno donde la visibilidad y las condiciones de manejo pueden cambiar rápidamente.
Prevención de cambios bruscos en la presión del aire
Los túneles, debido a su diseño cerrado y a la circulación constante de vehículos, pueden experimentar variaciones en la presión del aire. Estas fluctuaciones pueden resultar molestas para los ocupantes del vehículo, causando molestias en los oídos, especialmente a quienes son sensibles a los cambios de presión.
Con las ventanas cerradas, el habitáculo del vehículo actúa como una barrera que protege a los ocupantes de estos cambios repentinos, garantizando un viaje más confortable.
Seguridad frente a objetos o incidentes externos
Aunque no es común, existe el riesgo de que objetos pequeños, como piedras o desechos, puedan ser proyectados dentro del túnel debido al movimiento de los vehículos o las corrientes de aire. Con las ventanas abiertas, estos objetos podrían ingresar al habitáculo y causar daños o distracciones.
También es posible que en túneles con mucho tráfico ocurran pequeños incidentes, como golpes o colisiones menores. Las ventanas cerradas ofrecen una capa adicional de protección contra cualquier eventualidad de este tipo.
Mantener un ambiente controlado y cómodo
Finalmente, las ventanas cerradas permiten al conductor mantener un control total sobre la temperatura y la ventilación del vehículo. Esto es particularmente importante en túneles largos, donde las temperaturas pueden ser notablemente diferentes de las del exterior.
El uso del sistema de aire acondicionado o calefacción en modo recirculación asegura que los ocupantes del vehículo disfruten de un ambiente cómodo y agradable durante todo el trayecto.