Vehículos
¿Qué se debe tener en cuenta al comprar un carro usado en Colombia?
Hay aspectos relevantes a la hora de cerrar un negocio de este tipo: le traerán seguridad y confianza para su nueva adquisición.
El mercado de los carros usados en Colombia ha tenido un repunte importante en los últimos años, sobre todo, después de la pandemia por el covid-19, momento en el que la economía global sufrió una importante caída que afectó a todos los sectores, en especial a la industria automotriz.
En medio de esa reactivación económica, los vehículos usados cobraron gran relevancia, al punto de que hubo un incremento en sus precios, fenómeno que fue aprovechado por muchas personas que salieron a vender sus automóviles en medio de la coyuntura económica.
Aparte de este hecho que impactó al mundo, la venta o la compra de un carro usado es muy común, por lo que el negocio se puede adelantar entre particulares o a través de diferentes empresas dedicadas a este rubro, lo cual es un tema que tiene tanto de largo como de ancho.
Lo que se debe saber al adquirir un carro usado
Tanto a la hora de comprar, como de vender, los clientes lo que buscan es encontrar un vehículo que represente una solución y que no se convierta, con el paso de los días, en un problema que demande tiempo y dinero.
En este sentido, SEMANA habló con Andrés Zamudio, gerente de compras de WCar, empresa dedicada a la comercialización de carros usados, y quien entregó diferentes aspectos puntuales que se deben tener en cuenta a la hora de realizar una inversión de este tipo.
En primera media, el experto señaló que los clientes que acuden a un vehículo usado como opción, pueden encontrar una mayor oferta gracias a que son mucho más económicos que los vehículos nuevos, lo que también abre un sinnúmero de opciones en cuando a modelos.
“Lo que hace que una persona revise un vehículo usado antes de uno nuevo es que estos tienen un precio mucho más bajo que un vehículo cero kilómetros. Puede escoger una opción más favorable en cuanto a precio”, indicó Zamora.
Así mismo, indicó que quienes le apuesten a un usado, deben verificar el estado del vehículo, esto, para evitar que la emoción de la compra termine convirtiéndose en un dolor de cabeza con el paso de los años, por lo que es clave dar con ofertas que estén certificadas.
“También buscan confiabilidad, transparencia en el proceso, que el vehículo que esté adquiriendo esté certificado, que le genere satisfacción más no inconvenientes”, explicó, haciendo referencia a que hay compañías que emiten certificados de garantía o de estado del vehículo para dar más tranquilidad al comprador a la hora de hacer el negocio.
Por esta misma línea, explicó que otro de los detalles que más examinan los usuarios es el kilometraje del carro respecto al año en el que fue matriculado y entregó los rangos que se deben tener en cuenta para saber si hubo exceso de uso o si es una compra recomendable.
“Más allá del kilometraje, lo que busca el comprador es que el vehículo esté validado, lo que significa que el carro esté bien en cuanto acondicionamiento y que sea una solución de movilidad y no un inconveniente. (...) El estándar que se planteó hace un tiempo, teniendo en cuenta los días de pico y placa, es de 15.000 kilómetros por año. Obviamente, eso puede variar según el uso de la persona, pero el estándar está entre 10.000 y 15.000 kilómetros, es el estándar que se maneja actualmente, sin importar si es carro o en camioneta”, añadió Zamora.
Por último, explicó la diferencia de realizar el trámite entre particulares o acudir a concesionarios reconocidos y dijo que aunque hay que partir del principio de la buena fe, también es necesario tener la tranquilidad de que el bien que se va a adquirir es totalmente transparente y está libre de cualquier problema legal, algo que no es tan fácil cuando el negocio se realiza entre personas naturales.
“Un cliente busca seguridad, confiabilidad y ahorrar tiempo. A la hora de comprarse entre particulares, puede haber una ventaja en algo de precio, pero lo que el cliente evita cuando le compra a una marca reconocida es el tema de transparencia en cuanto a la información del carro: cuántos propietarios ha tenido el vehículo, si tiene reclamaciones por pérdidas parciales o siniestros emitidas por aseguradoras. Eso hace que la confiabilidad sea más alta”, concluyó Zamora