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Refrigerante o agua: esta es la mejor opción para cuidar el motor del carro; hay detalle clave para la elección
Muchas personas tienen dudas sobre qué elemento utilizar; hay algunas recomendaciones para que la elección sea la indicada y, de paso, se pueda cuidar el bolsillo.
El mantenimiento adecuado del sistema de enfriamiento de un vehículo es esencial para garantizar su rendimiento y durabilidad. Una de las decisiones más importantes es elegir entre el uso de refrigerante y agua para mantener la temperatura del motor en niveles óptimos. Aunque ambos cumplen funciones específicas, la elección entre uno y otro depende de factores como el clima, las características del vehículo y los objetivos a largo plazo del propietario.
¿Ventajas y desventajas del agua para la refrigeración del motor?
El agua, siendo un recurso accesible y de bajo costo, históricamente ha sido utilizada como líquido de enfriamiento. Su principal ventaja radica en su alta capacidad para absorber y transferir calor, lo que resulta ideal para mantener el motor frío durante su operación. Sin embargo, esta opción presenta desventajas significativas cuando se analiza desde una perspectiva técnica de largo plazo.
El agua no está diseñada para resistir las temperaturas extremas que se producen en un motor. A temperaturas bajo cero, puede congelarse, lo que lleva a la expansión del líquido y posibles daños en componentes como el radiador o las mangueras. Por otro lado, en climas cálidos, el agua puede evaporarse con rapidez, dejando el sistema de enfriamiento sin el líquido necesario para su correcto funcionamiento.
El agua también es propensa a causar corrosión dentro del sistema de enfriamiento. Sin aditivos protectores, puede generar óxido en componentes metálicos como el radiador, las bombas de agua y los termostatos. Este proceso no solo acorta la vida útil de estos elementos, sino que obstruye el flujo adecuado del líquido, comprometiendo la capacidad del sistema para mantener la temperatura ideal del motor.
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Ventajas de usar refrigerante
El refrigerante, por su parte, es una mezcla diseñada específicamente para el cuidado del motor. Compuesto generalmente por agua desmineralizada y etilenglicol o propilenglicol, el refrigerante incorpora aditivos que cumplen funciones protectoras. Estos aditivos previenen la corrosión, reducen la formación de depósitos minerales y protegen contra el sobrecalentamiento.
Además, el refrigerante está formulado para resistir temperaturas extremas, lo que lo hace efectivo tanto en climas cálidos como fríos. En condiciones de congelación, el refrigerante no solidifica como el agua, lo que evita daños en los componentes del sistema. De manera similar, su punto de ebullición elevado asegura que no se evapore con facilidad en climas calurosos o durante largos trayectos.
Otra clave del refrigerante es su capacidad para mantener la presión adecuada en el sistema de enfriamiento. Esto ayuda a optimizar la transferencia de calor y evita la formación de bolsas de aire, que podrían generar puntos calientes en el motor. Además, los refrigerantes modernos están diseñados para cumplir los estándares específicos de los fabricantes de vehículos, lo que garantiza un rendimiento óptimo cuando se utiliza el producto recomendado.
Sin embargo, el uso de refrigerante también tiene ciertas consideraciones. Es más costoso que el agua y requiere reemplazos periódicos según las especificaciones del fabricante. Además, su manipulación debe realizarse con precaución, ya que algunos refrigerantes contienen compuestos tóxicos que pueden ser perjudiciales para el medioambiente si no se desechan correctamente. A pesar de esto, los beneficios a largo plazo del refrigerante superan ampliamente sus inconvenientes, especialmente cuando se considera el costo de reparar daños graves en el sistema de enfriamiento.
En ciertos casos, los propietarios de vehículos optan por una combinación de agua y refrigerante, que generalmente se diluye en una proporción de 50:50. Esta mezcla busca aprovechar las ventajas de ambos líquidos y es una práctica recomendada por muchos fabricantes. Es importante que, si se utiliza agua en la mezcla, esta sea desmineralizada para evitar la acumulación de minerales y sedimentos que podrían dañar el sistema.