Vehículos
Volkswagen y su presente agridulce: triunfa en Suramérica y EE. UU., pero la pasa mal en China y Europa
El fabricante alemán no se ha podido acomodar a la electrificación y sigue perdiendo terreno en este segmento.
Las ventas de vehículos del grupo Volkswagen disminuyeron en 2024, con una caída destacada en China, reflejo de un año negro para el fabricante que reducirá significativamente su producción y su masa salarial en Alemania.
El segundo fabricante mundial por detrás de Toyota entregó 4,8 millones de vehículos en el mundo el año pasado, un 1,4 % menos que en 2023, indicó el jueves en un comunicado.
“2024 fue un año difícil en todo el mundo, con una economía débil, desafíos políticos y una fuerte competencia, particularmente en China”, el primer mercado mundial, declaró Martin Sander, director de ventas del grupo.
El principal fabricante automovilístico europeo suprimirá más de 35.000 empleos de aquí a 2030 y reducirá su capacidad de producción en Alemania, aunque sin cerrar plantas ni recurrir a despidos forzados, tras un acuerdo de diciembre con el sindicato IG Metall.
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En China, el primer mercado del grupo alemán, las ventas en 2024 se situaron en 2,2 millones de vehículos, lo que representa una caída anual del 8,3 %, según el comunicado de la empresa.
Aunque fue uno de los primeros constructores extranjeros en adentrarse en este mercado, ahora Volkswagen no aguanta la competencia de las marcas locales, más baratas y más avanzadas en la transición hacia los vehículos eléctricos.
Las ventas también cayeron en Europa (-1,7 %), pero crecieron con fuerza en Sudamérica (+21,1 %) y en Norteamérica (+18,4%).
En el segmento de vehículos eléctricos, el grupo también sufrió una pérdida de ventas del 2,8 % hasta las 383.100 unidades.
Plan para recortar empleos
Volkswagen entregó a finales del año pasado su plan para reducir cerca de 35.000 empleos en Alemania para 2030, lo que equivale a un tercio de sus efectivos, para reducir sus costes y evitar el cierre de fábricas.
Gracias a un acuerdo con los sindicatos, Volkswagen espera generar un total de “4.000 millones de euros”, unos 4.200 millones de dólares, de ahorro a medio plazo para enderezar el grupo, explicó la compañía en un comunicado.
Los representantes del personal subrayaron que estas salidas no serán forzosas, sino que serán jubilaciones no sustituidas.
“Logramos encontrar una solución para los empleados de las plantas de Volkswagen que salvaguarda los puestos de trabajo, preserva la producción en las plantas y, al tiempo, permite importantes inversiones futuras”, declaró Thorsten Gröger, negociador del sindicato del automóvil.
El negociador subrayó que las medidas para reducir costes respetan “las líneas rojas” del sindicato.
“No habrá cierres de plantas y los despidos están descartados”, dijo. El escenario de despidos no había sido desechado por el primer fabricante europeo. Según los sindicatos, la dirección quería inicialmente suprimir 55.000 puestos de trabajo, cifra que se logró reducir a 35.000.
A cambio, los empleados aceptaron renunciar a una serie de primas y reducir la capacidad de producción en varias de las diez plantas alemanas del grupo.
“Teníamos tres prioridades durante las negociaciones: reducir el exceso de capacidad en las plantas alemanas, recortar los costos laborales y rebajar los costos de desarrollo a un nivel competitivo”, explicó Thomas Schäfer, responsable de la marca insignia del grupo VW, la que más dificultades conoce. “Logramos soluciones viables en estas tres cuestiones”, agregó.
El grupo alemán provocó la sorpresa en septiembre al anunciar que preparaba un drástico plan de ahorro para recuperar su competitividad.
El consejero delegado de Volkswagen, Oliver Blume, sostiene que los costos de la empresa son demasiado elevados y los márgenes de beneficio de la histórica marca VW, que representa algo más de la mitad de las ventas, demasiado bajos.