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6 claves para ser felices, según Harvard
Conozca los seis factores que un experto de la universidad más antigua de Estados Unidos comparte para ser más felices.
Alcanzar la felicidad es una meta de vida que muchas personas consideran imposible, pero para otras se trata de un tema que demanda actitud y perseverancia. Este sentimiento se puede manifestar o materializar de varias formas. Sin embargo, en la búsqueda de respuestas, un investigador de Harvard reveló cuál es el secreto de la alegría.
El psicólogo y docente Tal Ben-Shahar, de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, ha sido reconocido por la manera como se expresa emotivamente ante los demás. Su liderazgo y capacidad comunicativa le han permitido trabajar para gigantes tecnológicos como Google. En vista de su reconocimiento, el hombre se centró en analizar la felicidad de los seres humanos.
Ser feliz es una constante que atormenta a millones de personas. La presentadora Martha Debayle, explicó a través de una charla que “en promedio, el 50 % de nuestra felicidad está sujeta a nuestra genética o experiencias tempranas, es decir, no depende de nosotros. 10 % se debe a circunstancias externas y 40 % sí depende de nuestras decisiones”.
Por su parte, Tal Ben-Shahar se ha interesado en hallar los verdaderos factores que esconden una felicidad completa en el ser, donde lo armonioso y el pensamiento propio tienen mucho que ver. Para el psicólogo, se debe tener en cuenta una serie de parámetros que conducen al camino de la alegría:
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Concederse el permiso de ser humano
Nadie es perfecto y como seres humanos cometemos errores de todo tipo. Para Ben-Shahar, el primer paso está dado en aceptar las propias falencias que pueden estar vinculadas a sentimientos negativos como la tristeza, ira o ansiedad.
“Rechazar nuestras emociones, positivas o negativas, conduce a la frustración y la infelicidad”, mencionó el autor de best seller, a través de National Radio Public.
La unión del placer con el significado
Hallar el placer en las actividades diarias es un poco difícil, mucho más si la monotonía se inclina durante la jornada laboral, de estudio, en casa, entre otras. En efecto, el docente y experto advierte que es necesario darle un significado a cada acción que se realice en el diario vivir.
Se trata de transformar los pensamientos que se obtienen tras llevar a cabo una acción repetitiva y, concentradamente, plantearse qué beneficios o enseñanzas deja ejecutar una labor. “Nuestro nivel de bienestar está determinado por aquello en lo que elegimos enfocarnos”, dice el panelista.
Más ánimo, menos dinero
Si bien es cierto que el dinero es un mecanismo que permite alcanzar un fin, la verdadera felicidad no depende de la moneda de cambio. “Salvo circunstancias extremas, nuestro nivel de bienestar está determinado por aquello en lo que elegimos enfocarnos (la parte llena o vacía del vaso) y por nuestra interpretación de los eventos externos”, señala Tal Ben-Shahar.
Con ello, se hace un énfasis en el dinero como un elemento que no lo adquiere todo; puede ser un premio, tesoro o recompensa, pero no tiene un valor sustancial para lo más profundo del ser.
Simplificar
A veces menos es más y cuando una persona se centra en muchas tareas, resulta rindiendo poco. Para el docente, cada actividad lleva su tiempo y demanda una atención constante, por lo que su cantidad debe ser moderada.
“La cantidad influye en la calidad y comprometemos nuestra felicidad al tratar de hacer demasiado”.
Mente, cuerpo y, por qué no, espíritu
Ser positivo es un tema de elección, pero no todo puede estar basado en el pensamiento y actitud buena del día a día. Es importante conservar el cuerpo y cuidarlo con ejercicio, buena alimentación y una siesta llena de energía. Nutrir el espíritu depende de las decisiones de vida que toma cada persona.
Agradecer
Sí, a veces puede ser complicado dar las gracias por algo. No obstante, agradecer es uno de los pasos más recomendados para alcanzar la felicidad. Se trata de una doble vía: agradecer por lo que sé, por lo recibido y por lo entregado.
Se debe agradecer en la medida de lo posible y aprender “a apreciar y saborear las cosas maravillosas de la vida, desde las personas hasta la comida, desde la naturaleza hasta una sonrisa”, recomienda el investigador de Harvard.