VIDA MODERNA
A las personas extremistas se les dificulta realizar tareas mentales complejas, según estudio
La investigación analizó un grupo de personas entre los 22 y 63 años de edad.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, desarrolló un estudio sobre la relación entre la radicalización de las actitudes de las personas y su desempeño a la hora de realizar tareas mentales complejas.
El objetivo de los académicos era identificar si la disposición cognitiva de los seres humanos influye en la visión ideológica de la realidad, por ejemplo, a través de las creencias políticas, nacionalistas y dogmáticas, incluso con mayor determinación de lo que influye la edad, la raza o el género.
La conclusión a la que llegaron los investigadores, publicada a manera de artículo científico en la revista Royal Society, indica que las personas con actitudes extremistas a la hora de interpretar la realidad de su contexto tienden a tener un mal desempeño a la hora de llevar a cabo tareas mentales que requieran cierta complejidad.
Para ello se analizó una muestra de 330 participantes estadounidenses entre los 22 y 63 años de edad, quienes fueron expuestos a una batería compuesta por 37 tareas neuropsicológicas y 22 encuestas de personalidad durante dos semanas de pruebas y un espectro analítico que incluyó 16 diferentes orientaciones ideológicas.
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“Aunque la existencia humana está envuelta por ideologías, se comprende muy poco sobre las relaciones entre las actitudes ideológicas y los rasgos psicológicos. Se sabe aún menos acerca de cómo las disposiciones cognitivas esculpen las visiones ideológicas del mundo, las inclinaciones por las creencias extremistas y la resistencia (o receptividad) a la evidencia”, se explica en la parte introductoria del artículo.
Durante el análisis de los resultados obtenidos tras las dos semanas de pruebas, los expertos encontraron que las actitudes ideológicas tienen un alto grado de influencia en el proceso de toma de decisiones y que las personas extremistas tienden a interpretar la realidad bajo un filtro blanco o negro que les dificulta llevar a cabo pasos mentales que requieran un análisis más profundo del mundo.
¿Cómo funciona el cerebro en estos casos?
El Dr. Leor Zmigrod, integrante del departamento de psicología de la Universidad de Cambridge, explicó que “los individuos o cerebros que luchan por procesar y planificar secuencias de acción complejas pueden sentirse más atraídos por ideologías extremas o ideologías autoritarias que simplifican el mundo”.
El estudio reveló que el conservadurismo y el nacionalismo, por ejemplo, se relacionaron con una “mayor cautela en las tareas de toma de decisiones perceptivas y con un procesamiento de información estratégica reducido”.
Por otro lado, el dogmatismo estuvo asociado con una acumulación de evidencia más lenta y tendencias impulsivas, mientras que la religiosidad registró implicaciones en una mayor amabilidad y percepción del riesgo.
La falta de regulación de las emociones también fue un factor fundamental a la hora de identificar a las personas con actitudes extremistas, pues tendían a reaccionar de manera impulsiva para buscar experiencias emocionalmente evocadoras, lo que puede ayudar a comprender el tipo de individuo que “podría estar dispuesto a entrar y cometer violencia contra otros inocentes”, señala el estudio.
“Actitudes extremas a favor del grupo, incluido el respaldo de la violencia contra los grupos externos, se vincularon a una memoria de trabajo más pobre, estrategias de percepción más lentas y tendencias hacia la impulsividad y la búsqueda de sensaciones”, agregaron los investigadores.
Aunque la evidencia apuntó a que las tendencias hacia el conservadurismo eran sinónimo de precaución, el estudio también encontró que una de las características del extremismo tiene que ver con una combinación psicológica entre posturas conservadores y dogmáticas.
Finalmente, el artículo agrega que los resultados de este tipo de análisis podrán ser usados para detectar a tiempo a individuos o grupos poblacionales con orientaciones extremistas y brindarles atención oportuna para evitar esa radicalización, por ejemplo, cuando tiene que ver con aspectos políticos o religiosos.