SALUD
¿A qué edad se ralentiza el metabolismo?
El metabolismo más eficiente se presenta en los primeros años de vida.
El metabolismo es un conjunto de reacciones químicas que se registran en las células del cuerpo. Es el que se encarga de convertir los alimentos que las personas consumen en energía.
En estos procesos se incluye la respiración, circulación sanguínea, regulación de la temperatura corporal, contracción muscular, digestión de alimentos y nutrientes, eliminación de los desechos mediante la orina y las heces, y funcionamiento del cerebro y los nervios, según explica la biblioteca médica MedlinePlus.
También tiene que ver el sexo, porque los hombres suelen tener menos grasa corporal y más masa muscular que las mujeres de la misma edad y peso. Mayor masa muscular significa quemar más calorías.
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Por último está la edad, ya que a medida que la persona envejece disminuye la masa muscular, lo que disminuye el grado en que se queman calorías.
El metabolismo es un proceso constante que empieza en el momento de la concepción y termina cuando la persona fallece. Cuando se vuelve lento, es probable que la persona tienda a aumentar de peso fácilmente, se sienta cansada e inclusive, tenga algunos problemas digestivos.
Una investigación publicada en la revista Science indica que, durante los primeros meses de vida, el metabolismo es tan eficiente que un niño de un año llega a quemar calorías 50 % más rápido que un adulto. Sin embargo, después se ralentiza 3 % cada año hasta que la persona llega a los 20 años y en esa etapa de la vida se estabiliza.
Un artículo publicado en la revista Glamour de México, en su página web, indica que existe la creencia de que a los 30 años el metabolismo se vuelve más lento y por eso es que más o menos a esa edad las personas pueden empezar a ganar peso.
Sin embargo, el mencionado estudio científico desvirtúa esta afirmación pues, según el análisis en el que participaron más de 6.000 individuos entre los ocho días de nacidos y los 95 años de edad procedentes de 29 países de todo el mundo, se observó que el metabolismo alcanza su punto máximo mucho antes de lo que se pensaba y se ralentiza más tarde de lo que se creía.
Las conclusiones de esta reciente investigación se centran en que el metabolismo se vuelve más lento después de los 60 años y no a los 30 ni a los 40. En el estudio, Herman Pontzer, autor y profesor de antropología evolutiva en la Universidad de Duke, junto con los demás científicos, pudieron determinar que a los 20, 30, 40 y 50 años los gastos de energía fueron los más estables, incluso en mujeres embarazadas.
Esto lo que indica es que, más allá de la edad, existen otros factores que ralentizan el metabolismo, como la composición corporal, no dormir lo suficiente, consumir altos niveles de azúcar, no realizar ejercicio y no tomar suficiente agua, entre otros.
La revista de tendencias y estilos de vida GQ, de México, detalla cuatro elementos clave que pueden hacer que el metabolismo se comporte de manera más lenta o rápida y son los siguientes:
- La tasa metabólica en reposo (RMR): que se refiere a cuántas calorías quema una persona al descansar o dormir.
- Efecto térmico de los alimentos (TEF): cuántas calorías se queman al hacer digestión y absorber los alimentos. Esto suele representar 10 % de las calorías diarias quemadas.
- Ejercicio: cuántas calorías quema un individuo al realizar actividades físicas.
- Termogénesis de actividades sin ejercicio (NEAT): cuántas calorías se queman con actividades que no son ejercicio, como al estar parado, limpiar la casa o realizar otras actividades.
¿El metabolismo lento es culpable del sobrepeso?
Permanentemente, se dice que el metabolismo lento es el que hace subir de peso. Sin embargo, según el Instituto Mayo Clinic, este no es el que está detrás del sobrepeso ni la obesidad, sino que esta situación es el resultado de las interacciones entre la genética, la dieta, la actividad física y otros factores.
El portal especializado Healthline hace algunas recomendaciones que pueden ayudar a impulsar el metabolismo y entre ellas se encuentran: consumir muchas proteínas en cada comida, beber más agua fría, realizar entrenamiento de alta intensidad, levantar cosas pesadas, ponerse más tiempo de pie, beber té verde, consumir alimentos picantes, dormir bien en la noche y tomar más café.