Vida Moderna
¿A qué hora hay que ir a dormir para despertar a las 5, 6 o 7 a. m.?
Los expertos señalan que tener un sueño reparador ayuda al buen funcionamiento del organismo.
Dormir bien es esencial para gozar de una salud óptima, pues según explicó el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que el sueño es importante para la salud en general, pues cuando no se duerme lo suficiente (privación del sueño), se puede sentir cansancio y además, afectar el rendimiento, incluyendo la capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos.
Además, explicó que durante el sueño, su cerebro pasa por cinco fases diferentes: etapas 1, 2, 3, 4 y sueño de movimientos oculares rápidos (MOR o REM en inglés).
Las distintas fases del sueño ayudan a:
- Sentir descanso y tener energía al día siguiente.
- Aprender información, hacer reflexiones y formar recuerdos.
- Descansar el corazón y el sistema vascular.
- Liberar más hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer.
- También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos.
- Liberar hormonas sexuales, que contribuyen a la pubertad y la fertilidad.
- Evitar enfermarse o a mejorarse cuando está enfermo, creando más citoquinas (hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones).
Adicional, la mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud y para despertarse a las cinco de la mañana hay que acostarse a las 21 horas. Para despertar a las seis de la mañana hay que ir a la cama a las 22 horas y para despertar a las siete de la mañana hay que dormirse a las 23 horas.
Por tal razón, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, enumeró algunos consejos para dormir mejor:
- Respetar los horarios de sueño. Ser consistente del horario de acostarse y de levantarse todos los días, incluso los fines de semana.
- Mantenerse activo. La actividad habitual ayuda a promover las buenas noches de sueño. Establecer un horario para hacer ejercicios por lo menos algunas horas antes de acostarte y evitar las actividades estimulantes antes de la hora de dormir.
- Hacer un control de los medicamentos que se toma. Si la persona toma medicamentos con regularidad, consultar con el médico para saber si estos contribuyen al insomnio. Además, revisar las etiquetas de los productos de venta libre para saber si contienen cafeína u otros estimulantes, como pseudoefedrina.
- Evitar o limitar las siestas. Las siestas pueden hacer que sea más difícil conciliar el sueño por la noche. Si resulta imposible evitarlas, intentar que no duren más de 30 minutos y no tomar una siesta después de las 3 p. m.
- Evitar o limitar la cafeína y el alcohol, y no consumir nicotina. Todas estas sustancias pueden hacer que sea más difícil conciliar el sueño, y sus efectos pueden durar varias horas.
- No tolerar el dolor. Si una afección dolorosa perturba, se debe hablar con el médico sobre las opciones de analgésicos que tengan la eficacia suficiente para mantener el dolor bajo control mientras se duerme.
- Evitar las comidas abundantes y las bebidas antes de acostarse. Un tentempié liviano es suficiente y puede ayudar a evitar la acidez estomacal. Beber menos líquido antes de acostarse para no orinar con tanta frecuencia.
No obstante, si tras 10 o 30 minutos de tratar de conciliar el sueño no se consigue, lo que recomendó la psicóloga de Blua de Sanitas al medio de salud CuídatePlus, María García fue: “levantarse, caminar un rato y cambiar de ubicación hasta que nos relajemos de nuevo”.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.