Salud

Accidente cerebrovascular: un enemigo de la salud que requiere atención urgente

El ACV es una condición clínica en la que el tiempo es preciado. Actuar rápido puede salvar una vida.

29 de octubre de 2022
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Una persona que sufre un accidente cerebrovascular requiere atención inmediata. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El ACV (Accidente Cerebrovascular) es “un síndrome clínico de desarrollo rápido debido a una perturbación focal de la función cerebral de origen vascular y de más de 24 horas de duración”, conforme registra la Organización Mundial de la Salud.

Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son siempre una emergencia y ocurren cuando el cerebro deja de recibir sangre por un trombo, lo que produce daños graves y, si no se trata a tiempo, puede ser mortal.

Según el portal Psyciencia, “en los países desarrollados es una de las primeras causas de muerte, junto con la enfermedad cardiovascular y el cáncer. Además, el ictus es la primera causa de discapacidad permanente en la edad adulta”.

En este sentido, Medtronic informa sobre cómo reconocer las señales de alerta de un ACV para buscar atención médica inmediata: “Para atender de manera efectiva y oportuna a los pacientes que sufren un ACV en Colombia, debemos hacer alianzas que tengan un foco en el paciente”, manifiesta Andrea Splendore, su vicepresidente.

“Es clave disminuir la mortalidad a través de una red de atención temprana y garantizar el acceso a tratamientos innovadores y equipos de punta para todos. También la educación juega un papel fundamental, mientras más personas sepan reconocer los síntomas, más vidas se pueden salvar”, agrega.

Cada minuto que pasa, cuando alguien presenta un ACV, significa mayor riesgo de daños graves en el cerebro. El paciente se debe trasladar a un hospital que brinde tratamiento especializado.

Según expertos médicos, no hay que esperar a que estos síntomas pasen. Por eso, la comunidad educativa Héroes Contra el ACV, enfatiza que el tiempo es preciado y actuar rápido puede salvar una vida.

ACV en Colombia

Sigue siendo la segunda causa de muerte en Colombia (16 mil muertes cada año), conforme lo revelan las estadísticas de la Red Colombiana Contra el Ataque Cerebrovascular, además de ser la principal causa de discapacidad en nuestro país y en el mundo, según un Estudio sobre mortalidad y prevalencia de accidentes cerebrovasculares en Colombia realizado por la Universidad de El Bosque.

Colombia presenta algunas barreras de acceso a salud de calidad para los pacientes que sufren un ACV, de acuerdo con el artículo del Banco de la República, La salud en Colombia: más cobertura pero menos acceso.

También brechas de información sobre los principales síntomas de esta condición: entre un 70% y 80 % de la población no sabe reconocerlos, de acuerdo con la Fundación Cardioinfantil.

En el país las personas que tienen un ACV deben dirigirse a una clínica u hospital de cuarto nivel, que son los que cuentan con la infraestructura y el personal para atender casos complejos.

Por eso, además de la educación, el sector salud colombiano está uniendo esfuerzos para buscar la manera de contribuir al fortalecimiento del sistema, cualificando y modernizando tratamientos y dispositivos médicos disponibles con el propósito de mejorar los estándares de atención del ACV.

Por ejemplo, varios institutos prestadores de servicios en Bogotá (IPS), entre los que cabe mencionar la Clínica Shaio, el Hospital Simón Bolívar, el Instituto Neurológico de Colombia (INDEC) y el Hospital Internacional de Colombia (HIC) cuentan con el certificado de la World Stroke Organization (principal asociación médica en la materia) al cumplir modelos internacionales de atención y prevención.

Algunas ciudades y entidades municipales también se han sumado a esta causa. Asimismo, la Secretaría de Salud de Cali diseñó en 2021 una resolución que crea la red de atención del ACV para priorizar a los pacientes que llegan con esta enfermedad a cualquier institución hospitalaria de su área metropolitana y así disminuir el tiempo de atención y controlar la morbilidad y mortalidad.

Estas iniciativas demuestran que, si bien la atención del ACV ha sido un desafío tanto para IPS, EPS, autoridades y entidades de salud, las alianzas entre el sector público y privado en salud (IPS, EPS, autoridades y sector privado) son vitales para mejorar los estándares de diagnóstico y tratamiento oportuno.