Vida Moderna
Aceite de jengibre: cómo prepararlo y cuáles son sus beneficios
El jengibre es un alimento con múltiples beneficios para el organismo.
El jengibre es un ingrediente de la medicina tradicional asiática usado desde hace más de 2.000 años y sus propiedades son ampliamente reconocidas por ayudar a la digestión, reducir las náuseas, estimular la circulación, fortalecer el sistema inmune, aportar vitaminas al organismo, reducir dolores menstruales, entre otros beneficios.
Las personas pueden consumirlo mediante infusiones o como especia combinándolo con otros alimentos, aunque también existe la posibilidad de preparar aceite de jengibre, una alternativa para nutrir de sabor diversas recetas de cocina.
Sus múltiples propiedades radican en su riqueza en aceites, sustancias fenólicas (gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).
De acuerdo con el portal especializado en gastronomía GastroLab, cualquier persona puede preparar aceite de jengibre usando 150 mililitros de aceite de oliva o de aguacate y 100 gramos de raíz de jengibre fresca. Para llevar a cabo la receta se deberá seguir el siguiente paso a paso.
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- Lavar el jengibre y cortarlo en pequeñas rodajas.
- Colocar el jengibre en una cazuela con aceite de oliva y mezclar.
- Tapar la cazuela y dejar la mezcla a fuego lento durante una hora u hora y media.
- Luego de transcurrido ese tiempo, se deberá retirar la cazuela del fuego y dejarla reposar durante toda la noche.
- Al otro día, se deberá pasar el contenido a un recipiente tipo jarra y verter el aceite con ayuda de una coladera para eliminar los restos o trozos de jengibre. Y listo.
Según el portal especializado ABC Bienestar, el jengibre contiene compuestos bioactivos como el gingerol, que es su aceite esencial, mientras que la rama tiene propiedades curativas como antiinflamatorio natural, tónico estomacal, antimareo, protector contra úlceras digestivas, carminativo, antiemético, expectorante, antibacteriano o termogénico, entre otras.
De acuerdo con el libro The Amazing and Mighty Ginger, se han encontrado al menos 115 constituyentes en variedades de jengibre fresco y seco, y se identificaron alrededor de 31 compuestos relacionados con compuestos bioactivos que contribuyen positivamente al organismo del ser humano y el sistema inmune, pues aportan vitaminas.
Por otro lado, según el portal especializado Nutrition Facts, el jengibre también es útil para controlar enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, afecciones relacionadas con el colesterol alto. El consumo de este tallo ayuda incluso a regular la cantidad de lípidos en la sangre, mejorando la salud cardíaca.
Además, su uso se recomienda para personas que sufren de diabetes, pues “el jengibre tiene al menos cinco componentes que reducen dicha enzima”, explica el Centro de Investigación Biomédico de Pennington, Estados Unidos.
Reduce dolores musculares
Según un estudio de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, publicado en la revista The Journal of Pain, la administración diaria de suplementos de jengibre en 74 voluntarios, redujo en un 25 % el dolor muscular producido por el ejercicio.
Además, también el jengibre ha sido usado para reducir síntomas de dolor severo ocasionados durante el ciclo menstrual. Esta planta también es utilizada para aliviar las náuseas provocadas por el embarazo. Sin embargo, antes de consumirla es preciso consultar con el médico.
Por su parte, en la revista Cancer Prevention Research se descubrió que un suplemento de raíz de jengibre administrado a un grupo de participantes, redujo los marcadores de inflamación en el colon en aproximadamente un mes. Según explicaron los investigadores, al disminuir la inflamación, el riesgo de cáncer de colón también disminuía.