Vida Moderna

Aceite de oliva y limón para proteger las células y prevenir enfermedades

Una dieta saludable puede ayudar a mantener el buen estado de salud de una persona.

2 de octubre de 2022
El aceite de oliva es un ingrediente "estrella de la dieta mediterránea. Foto: Getty Images.
El aceite de oliva es un ingrediente "estrella de la dieta mediterránea. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

Los limones tienen vitamina C, un excelente antioxidante, pues son compuestos químicos que interactúan con los radicales libres y los neutralizan, lo que les impide causar daño, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer.

De hecho, de acuerdo con el diario Medical News Today, “los antioxidantes reducen el riesgo de muchas condiciones médicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y cáncer; esto lo hacen al eliminar los radicales libres, que son compuestos dañinos y causantes de enfermedades en el cuerpo creados por el estrés oxidativo”.

Asimismo, contiene una serie de minerales necesarios para el día a día, como la fibra, el calcio, fósforo, magnesio, potasio y vitamina A por lo que podría prevenir enfermedades con origen oxidativo, como la isquemia, retinopatía, envejecimiento celular y diabetes tipo 2.

Adicional, los limones tienen otro beneficio y es que fortalecen el sistema inmunológico, según indica un estudio realizado por la Universidad de Otago, Nueva Zelanda.

Sobre la misma línea, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que el limón es ideal para acelerar la digestión, ya que “la vitamina C podría acelerar el proceso de oxidación de las grasas”.

“Uno de los compuestos activos del limón es el limoneno, el cual ha demostrado tener efectos antiinflamatorios y antimicrobianos contra la Helicobacter Pylori, además de prevenir el surgimiento de úlceras estomacales y duodenales”, explicó el portal portugués.

Entre otros beneficios del limón también se encuentran:

  • La pérdida de peso: puede aumentar la sensación de saciedad y estimular ligeramente el metabolismo, lo que puede ayudar a perder peso.
  • La salud mental: puede optimizar el estado de ánimo y la memoria.
  • Rendimiento del ejercicio: puede mejorar el rendimiento atlético.

Por su parte, el aceite de oliva tiene otros beneficios, según Medical News Today, pues ayuda a la salud cardiovascular y reduce el riesgo de alzheimer.

Otro estudio defiende que el aceite de oliva puede ayudar a proteger el hígado de daños celulares. Asimismo, mejora la salud del estómago y del aparato digestivo, y actúa como protector reduciendo el exceso de ácidos en esta parte del cuerpo. Asimismo, aumenta el PH del organismo porque favorece la absorción de calcio y magnesio.

El aceite de oliva se usa desde hace cientos de años y es recomendado por los especialistas, debido a que está compuesto por ácidos grasos monoinsaturados, los cuales son considerados una grasa dietética saludable.

Los expertos recomiendan usar aceite de oliva en lugar de otros alimentos grasos, en particular la mantequilla y la margarina en barra, pero también indican que no se puede hacer que los alimentos poco saludables sean más saludables simplemente añadiéndoles este tipo de aceite, indica un informe de Mayo Clinic.

De acuerdo con una publicación de la Fundación Española del Corazón, los estudios científicos indican que el aceite de oliva protege contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular provocados por el envejecimiento.

Según esta institución, los científicos aportan cada vez más pruebas de las propiedades beneficiosas del aceite de oliva para la salud. Gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, ayuda a levar los niveles de colesterol HDL (bueno), disminuye el malo, controla la hipertensión, reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes.

Dicho lo anterior, el portal Cocina Fácil reveló que al mezclar estos dos ingredientes se reciben las propiedades mencionadas y diariamente solo se deben agregar tres gotas de limón a una cucharadita de aceite de oliva y consumir.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.