SALUD

Acetaminofén: ¿por qué es tan recetado?

Muchos se quejan de la formulación de este medicamento. Pero ¿realmente es efectivo?

7 de septiembre de 2015
El Acetaminofén es un potente analgésico y antipirético. | Foto: Archivo SEMANA

Después de tres días de malestar general, dolor de garganta, de cabeza y fiebre, María Camila decidió consultar al médico. El diagnóstico no fue complejo: padecía un fuerte resfriado. El tratamiento fue más sencillo aún: solamente acetaminofén y reposo. Ella salió un poco decepcionada del consultorio.

¿Cuántas veces ha escuchado: siempre que voy a la EPS lo único que me formulan es acetaminofén? Este medicamento se ha convertido en las últimas décadas en el analgésico más popular: es batato, de venta libre, no requiere formula médica y,  además, es utilizado ampliamente por los médicos para controlar el dolor.

Pero ¿realmente es efectivo? ¿Las EPS no dejan a los médicos formular otras cosas? El acetaminofén o paracetamol, desde su creación en los años 50 se consideró una excelente opción para tratar dolores (leves y moderados) y fiebre, ya que sus efectos secundarios son poco frecuentes en una dosis adecuada.

Según Germán Sánchez, Médico Familiar y director de una Unidad de atención primaria en Bogotá. “Los medicamentos que están incluidos en el POS son la primera línea de uso. Cuando hay un fracaso en el tratamiento, una contra indicación de uso, o una razón clínica de peso se deben utilizar medicamentos fuera del POS”.

Tipos de analgésicos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró hace más de 20 años un método escalonado para el manejo del dolor basándose en parámetros como la intensidad del dolor y sus características, la enfermedad que lo genera y hace cuánto empezó.

No es lo mismo un tratamiento para dolor en un paciente con cáncer, al de un paciente que presenta un dolor de cabeza o el que presenta una simple gripa.

A medida que se avanza en la escala, la cual inicia con acetaminofén y AINES -antiinflamatorios no esteroideos- como el diclofenaco, ibuprofeno o naproxeno, aumentan también los efectos secundarios.

En lo alto de la escala están los opioides, iniciando con la codeína, el tramadol, la morfina, la hidrocodona la oxicodoca, la hidromorfona y el fentanil. Estos analgésicos se deben usar bajo una supervisión médica estricta, son de alto costo y tiene efectos secundarios como nauseas, vómito, estreñimiento, sedación. Su uso inadecuado puede producir la muerte.

Beneficios de su uso

El acetaminofén tiene varias ventajas en el manejo del dolor ya que se puede aumentar su dosis sin que aumenten sus efectos adversos.  La principal ventaja, en comparación con los AINES, es que no causa ni empeora una gastritis y no es nocivo para el riñón. No en vano es la primera línea para el manejo de la fiebre y el dolor en los niños.



Para Lourdes Rojas, Pediatra de la EPS Sanitas, “El acetaminofen es el medicamento más seguro en los niños, sobre todo en el manejo de la fiebre, la cual empieza a mejorar en el 80% de los casos de 30 a 45 minutos después de su administración, no tiene efectos sobre la función renal y sus reacciones adversas son raras en la infancia”.

Sin embargo, no se debe tomar una decisión apresurada al momento de subir en la escala: siempre debe ser evaluado por un médico y debe evitarse automedicación.

Los opioides, combinados con el acetaminofén, potencian su acción y pueden reducirse la dosis necesaria para controlar el dolor y los efectos adversos. Así se emplea, por ejemplo, en el manejo de dolores severos como los que produce el cáncer.

Para la American Collage of Rheumatology “el bajo costo y poca toxicidad del acetaminofén son una buena justificación para iniciar el tratamiento con este medicamento  con buenas garantías de control de dolor”.  Lo propone como la primera elección en múltiples enfermedades como artrosis, fibromialgia, artritis, que causan dolores crónicos en ocasiones incapacitantes.

En paciente ancianos que sufren de dolor por desgaste de articulaciones y además tienen hipertensión o diabetes enfermedades que deterioran la función renal se utiliza de una manera segura. Sus efectos adversos son raros, pero en caso de una intoxicación la mayoría de veces causada por una sobredosificación –más de cuatro gramos al día- se cuenta con un antídoto efectivo, ampliamente distribuido  en los servicios de urgencias.

Todos los medicamentos tienen efectos adversos, el éxito de una terapia farmacológica consiste en disminuir al máximo los riesgos y aumentar los beneficios de determinado fármaco.

El acetaminofén es una opción ideal para conseguir esto, cumple con todas las características de un fármaco seguro, se puede dar por periodos prolongados, se puede combinar con casi todos los analgésicos, se administra en pacientes con enfermedades de base cardiaca o renal y tiene efectos adversos raros. El uso de analgésicos para un síntoma tan subjetivo como el dolor siempre será controvertido. Lo importante es brindar una adecuada analgesia sin exponer a las personas a efectos adversos indeseables.

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