Vida Moderna

Ácido úrico alto: los siete alimentos que más lo incrementan

La reducción de estos alimentos en la dieta debe ser consultada con un especialista de la salud.

10 de septiembre de 2022
Ácido úrico
Los niveles elevados de ácido úrico provocan dolor en las articulaciones. | Foto: Montaje: Getty Images / Peter Dazeley

El ácido úrico es un producto de desecho que dejan los procesos químicos normales del cuerpo y que se encuentra en la orina y la sangre. Tener altos los niveles de esta sustancia es un problema que genera diversas complicaciones.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, explica que una de cada cinco personas tiene un nivel de ácido úrico alto, una patología que forma en las articulaciones unos microcristales con forma de aguja, los cuales pueden atraer glóbulos blancos, lo que provoca dolor e inflamación.

Uno de los componentes que hacen que el ácido úrico se eleve en el organismo son las purinas. Estas sustancias químicas entran al torrente sanguíneo en el proceso de la digestión de los alimentos o debido a la descomposición natural de algunas células del cuerpo.

Existen múltiples alimentos que no son beneficiosos cuando se padecen altos niveles de ácido úrico, pues promueven el surgimiento de las mencionadas purinas. Por ello, es necesario, en la medida de lo posible, consumiros con moderación o evitarlos en la dieta.

El nivel elevado de ácido úrico puede preceder enfermedades como la gota.
El nivel elevado de ácido úrico puede preceder enfermedades como la gota. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Teniendo en cuenta lo anterior, el portal especializado Mejor con Salud listó una serie de alimentos que aumentan el ácido úrico, promoviendo sus síntomas de dolor e inflamación en las articulaciones:

1. Carne roja: “comer carne de vacuno, cerdo o cordero dos o más veces a la semana aumenta un 50 % el riesgo de padecer un evento de gota”, una enfermedad derivada de los altos niveles de ácido úrico, de acuerdo con información del portal Salud Mapfre, de España.

2. Café: si se consume en poca medida, puede ayudar a tratar los niveles altos de ácido úrico, sin embargo, si se bebe en exceso puede causar el efecto contrario, según un informe de la Sociedad Española de Reumatología.

3. Bebidas azucaradas: este tipo de bebidas, junto con los dulces o alimentos con un alto nivel de este ingrediente, estimulan la producción de ácido úrico en el organismo. Se deben evitar las gaseosas, las galletas dulces, la bollería industrial, entre otros.

4. Verduras: aunque estás son altamente recomendadas en una dieta balanceada y saludable, existen algunas que es mejor consumir con moderación. Los espárragos, los champiñones, la coliflor y los rábanos, son algunos de ellos.

Ácido úrico
Si el cuerpo produce demasiado ácido úrico o si no logra eliminar cantidades suficientes, es posible que se acumule en el organismo formando cristales o cálculos en los riñones. | Foto: Getty Images

5. Mariscos: estos productos del mar son ricos en purinas, por lo que su consumo debe ser moderado, según un estudio realizado por el Hospital Universitario de Burgos, citado por Mejor con Salud. Entre estos alimentos se encuentran los cangrejos, las almejas, las ostras, entre otros.

5. Legumbres: algunas de las que se destacan por su gran contenido de purinas son las lentejas, los garbanzos y las alubias. Se aconseja que aquellas personas que padezcan de ácido úrico alto limiten su ingesta a máximo dos veces por semana.

7. Bebidas alcohólicas: para quienes sufren de esta patología, el primer paso es dejar de consumir licores. El consumo de alcohol contribuye a aumentar los niveles de ácido úrico. Eliminar por completo la cerveza es muy importante para regular estos valores en la sangre.

Cabe resaltar que de acuerdo con Medline Plus, una persona podría necesitar una prueba de ácido úrico si tiene síntomas como:

  • Dolor o hinchazón en las articulaciones, especialmente en el dedo gordo del pie, el tobillo o la rodilla.
  • Piel rojiza y brillante alrededor de las articulaciones.
  • Piel más caliente en el área de las articulaciones.

Solo el médico puede determinar si se padece o no esta afección, además de recetar el tratamiento necesario que requiere cada persona.