Salud
Ácido úrico elevado: cómo regularlo de manera natural
Altos niveles de ácido úrico en la sangre generan problemas con complicaciones al organismo, como es el caso de la gota.
El ácido úrico es un compuesto que se genera en el organismo como consecuencia de la descomposición de unas sustancias conocidas como purinas y que están presentes en algunos alimentos y bebidas.
Hay un alto nivel de ácido úrico cuando los riñones no lo eliminan de manera eficaz. Las causas que pueden motivar a la disminución en la eliminación del ácido úrico incluyen consumir alimentos pesados, tener sobrepeso, padecer diabetes, tomar determinados diuréticos y beber demasiado alcohol.
La hiperuricemia, como también se le conoce, se origina cuando este componente está presente en grandes cantidades en el torrente sanguíneo. Normalmente no evidencia síntomas, pero puede provocar afecciones que incluyen gota o cálculos renales.
Consumir una dieta baja en alimentos con alto contenido de purinas puede reducir el riesgo de que ocurra esta progresión. En el listado de alimentos que contienen altos niveles de purina están las carnes rojas, los mariscos, los embutidos, bebidas azucaradas, hígado, sardinas, entre otros.
Tendencias
La hiperuricemia no causa síntomas en sí, pero puede ocasionar la formación de cristales de ácido úrico con el tiempo, indica el diario especializado Medical News Today. Posteriormente, estos cristales pueden conducir al desarrollo de otras afecciones como gota y cálculos renales.
Las personas con gota experimentarán un dolor articular repentino que puede empeorar en períodos de ocho a doce horas. El dolor agudo puede reducirse después de unos días, pero continuar hasta por diez. Un ataque de esta afección puede reaparecer semanas o meses después o simplemente no volver a presentarse.
Según los especialistas, un episodio de gota también puede ser el resultado de un desencadenante, como una lesión o enfermedad.
En lo referente a los cálculos renales, los cristales de ácido úrico los pueden formar. Dependiendo de su tamaño, los síntomas pueden incluir dolor lumbar severo, sangre en la orina, fiebre, náuseas y vómitos, orina maloliente, y dolores de estómago.
¿Cómo regular el ácido úrico?
Es posible tratar la hiperuricemia mediante cambios en la dieta. El consumo de menos alimentos y bebidas con alto contenido de purina puede reducir el ácido úrico en la sangre. Esta reducción ayuda a los riñones a filtrar este componente de manera más efectiva.
Además, La Opinión indica que un jugo verde podría ayudar a bajar el ácido úrico elevado, ya que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y diuréticas.
Es por ello que para prepararlo se necesitan dos tallos medianos de apio, un pepino, un limón y un trozo de jengibre. Enseguida se deben agregar todos los ingredientes a la licuadora y se procesan hasta conseguir una textura homogénea y finalmente se consume. La recomendación del periódico es hacerlo dos veces al día, en ayunas y antes de dormir durante 15 días.
Además, el consumo de fresas, debido a que son una de las mejores frutas para reducir los niveles de ácido úrico gracias a sus múltiples propiedades, ya que tienen la capacidad de neutralizar este compuesto químico del organismo. Pueden consumirse en fruto a mediante jugo o batido.
Estas frutas son ricas en vitamina C y otros nutrientes indispensables para el correcto funcionamiento del organismo, por lo que no solo son buenas para el ácido úrico, sino, por ejemplo, para mejorar la salud de la piel. Las frambuesas y otros frutos rojos también ayudan en el propósito de reducir el mencionado ácido.
La manzana forma parte del grupo de frutas buenas para cumplir con este propósito. Esta, además de ayudar a neutralizar las purinas, también es beneficiosa para la eliminación de líquidos y toxinas del cuerpo, lo que favorece la expulsión del ácido mediante la orina.
Las cerezas son otra opción. Gracias a que contienen flavonoides antocianinas ayudan a regular los niveles de ácido úrico. Esta fruta cuenta con propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir el dolor producido por los ataques de gota. Al igual que las manzanas, estas frutas facilitan la eliminación de toxinas y previenen la retención de líquidos.