VIDA MODERNA
¿Por qué las redes sociales destaparon tantos casos de mujeres acosadas?
La masiva acogida de la campaña 'Me too' o 'Yo también' dejó al descubierto la magnitud de un problema tan delicado como es el acoso sexual. Las redes sociales son nuevamente el medio a través del cual las mujeres se sienten seguras para denunciar.
En la noche del domingo una campaña mundial en contra del acoso se tomó las redes sociales. Los mensajes se esparcieron con tal velocidad que rápidamente dejaron en en evidencia el brote de un problema que parece haberse vuelto invisible a fuerza de ser visto como un acto natural. Pero mujeres de todos los rincones se sienten acosadas y es un fenómeno al que los expertos ya califican de endémico.
Hace 5.000 años se dio un cambio cultural llamado patriarcado. Una palabra que a muchos les puede molestar, pero que describe con precisión lo que hoy se percibe en las calles, en los salones de clase, en las oficinas, en el gimnasio, en las fiestas, en los conciertos y en todos los espacios de la vida cotidiana.
“La pregunta es ¿por qué en sociedades que son modernas y liberales donde se supone que hay igualdad de género siguen existiendo estos niveles de acoso sexual de los hombres hacia las mujeres?”, se cuestiona Isabel Caballero, académica radicada en Estados Unidos.
‘Yo También‘ o ‘Me Too‘ es el nombre que llevó la campaña que fue acogida a través de miles de mensajes en todo el mundo, esta asombrosa acogida fue el reflejo de lo naturalizado que está el problema. Entre las primeras en llamar la atención en las redes fue la actriz Alyssa Milano, que se propuso hacer visible que la mayorías de las mujeres padecieron algún tipo de abuso.
En las últimas semanas, el productor de Hollywood Harvey Weinstein, ha sido acusado de violación, asalto y acoso sexual por más de 20 mujeres que han trabajado con él. Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie y Cara Delevingne son algunas de las mujeres que han decidido hablar sobre su experiencia con el reconocido Weinstein, quien además es cofundador de la productora cinematográfica Miramax.
El acoso sexual es definido por los expertos como todo tipo de molestia que por constante y repetitiva crea perjuicios a la otra persona. Está basada en una relación de poder, casi siempre en donde uno de los dos no lo tiene y en ese sentido evidentemente hay un ganador y un perdedor. En general se ubica en contextos laborales en donde las mujeres están temerosas de perder su puesto que les ha sido difícil de encontrar. Aunque lo pueden sufrir tanto mujeres como hombres la estadística muestran un peso muy grande de acoso sexual dirigido a mujeres por parte de hombres.
“La cultura patriarcal toma el cuerpo de las mujeres como un objeto accesible para satisfacer, el cuerpo es un objeto que debería ser el primer territorio de paz pero es un territorio de guerra”, asegura la socióloga Florence Thomas al tratar de explicar la masificación de los mensajes.
Hubo un momento en que el poder de mujeres y hombres era equitativo, pero las llamadas épocas solidarias se quiebran y hace 5.000 años comenzó una historia donde se empieza a afirmar que las mujeres son inferiores a los hombres. Lo que sí celebra la socióloga es que “hay avances y progresos nadie hablaba de violencia intrafamiliar hace 50 años, la violencia contra las mujeres no existía. Creo que no hay desesperanza, hay progreso, no siempre como quisiéramos”.
Caballero da pistas alrededor de la idea de aceptación de la igualdad para explicar el problema: “Lo que veo es que los hombres están dispuestos a aceptar la igualdad siempre y cuando no signifique una pérdida de privilegios para ellos. Estos privilegios, que son tan importantes, son el acceso sexual a las mujeres y su propio poder. Y son importantes porque a partir de ellos es que los hombres siguen construyendo su hombría, su masculinidad”.
Otra visión del asunto pone el foco en la creencia de que quien encarna la masculinidad es el que insinúa, el que propone y que la mujer es un objeto que tiene que ser provocativo, que en sí misma encierra la tentación para el hombre. Entonces es cuando se establecen este tipo de relaciones que ahora se consideran como normales o naturales. "Es un sujeto aprovechándose de un objeto y los objetos son para eso, como si fuéramos objetos, como si se pudieran comprar”, dice la historiadora y especialista en educación sexual Rosario Romero.
“La campaña es directa porque es contra el acoso sexual y hay muchas formas de acosar a una persona. Siendo así hay otra aclaración, y es que en Colombia existe el llamado delito de violación sexual que hay que saberlo entender, porque aunque se dice que implica penetración no es así, violación sexual es cualquier tipo de agresión. También se ha malentendido el llamado abuso sexual que es con o sin penetración pero es en menores de 14 y tiene agravante. La gente confunde violación y abuso”, explica Romero.
La misma historiadora recordó sanciones sociales interesantes en la lucha por la igualdad. Cuenta -por ejemplo- que en Perú a los hombres dentro de su círculo de amigos para jugar fútbol se les prohibía continuar si no respetaban a las mujeres.
El fondo de la discusión -señala Caballero- puede estar en que las mujeresa hora se educan y trabajan pero hay hombres que no están dispuestos a aceptar que hay mujeres a las que no pueden tener acceso sexual. "Les echan los perros a las estudiantes y a las subalternas en el trabajo. No pueden aceptar que hay relaciones profesionales en las que tienen que ver a las mujeres como seres intelectuales y no como seres sexuales, eso los haría menos machos", recalca.
Thomas, por su parte, asegura que gran parte del meollo está en que no hay suficiente voluntad política, "la violación sigue siendo un evento cotidiano por eso hay niñas de 14 años que son mamás”, dice.