TECNOLOGÍA
Cómo acabar una relación tóxica con su celular
Una experta compara la adicción al celular con una traga maluca. Afirma que es posible dejar de tenerlo como un novio obsesivo y pasar a considerarlo un amigo más. Algunos consejos para superarlo sin abandonarlo del todo.
Una noche, la periodista científica estadounidense Catherine Price amamantaba a su hija recién nacida cuando cayó en cuenta de que la relación con su celular se había salido de control. Mientras la bebé la miraba fijamente, ella revisaba en su teléfono un catálogo de eBay. “Quizá pasaron unos 15 minutos antes de darme cuenta. Y entonces vi la escena como la habría presenciado un extraño y me partió el corazón. No quería que las cosas fueran así, mucho menos con mi hija”, escribió hace un tiempo en una de sus columnas para The New York Times.
A partir de ese lapsus, Price investigó durante varios años los hábitos, adicciones, cambios de comportamiento y atención relacionados con el celular. Observó que la gente le dedica a estos aparatos un tiempo que daña la capacidad de enfocarse, de pensar profundamente y de formar nuevos recuerdos. Y que impacta negativamente la autoestima, la salud física, el sueño y la salud mental. De esos años de trabajo nació How to break with your phone, un libro en el que equipara la adicción a los teléfonos con un romance tóxico y ofrece una guía integral para llevar una vida equilibrada con el mundo digital.
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Price cree posible salir de las rutinas dañinas por medio de prácticas sencillas. No se trata de dejar de usar el teléfono para siempre, ni intentar métodos extremos como eliminar Facebook. Apuesta más bien por enfocarse en las causas reales de la adicción y sus desencadenantes emocionales como la falta de motivación. que obligan a una persona a mirar su teléfono más de 150 veces al día. Es decir el promedio, según los científicos.
“Así rompe con su teléfono para convertirlo en su mejor amigo, en lugar de seguir siendo su pareja obsesiva”, dice. “Se trata de darse libertad para dedicar su tiempo a lo que quiere en su vida”. La experta aconseja, entre otras cosas, lo siguiente:
Evalúe la relación con su teléfono
El primer paso consiste en dedicar un momento a pensar si se siente cómodo con el tiempo que pasa conectado. ¿Le gusta usar su tiempo en el celular? ¿Qué no le gusta? Según Price, además de pensar en esto hay que tener claro lo que desea del aparato para sacarle provecho en el trabajo o para informarse Esto le permitirá evitar desperdiciar el tiempo. Recomienda hacer una lista de lo que quiere hacer en su celular y lo que no le resulta útil.
Haga lo que más lo apasiona
Las personas comúnmente pierden el tiempo en el teléfono porque no tienen otra actividad para disfrutar. Para salir de este círculo vicioso, Price recomienda pensar en actividades divertidas que podría hacer para cuando descanse de internet. Un ejercicio simple, pero fundamental, según Price, es recordar que el tiempo y la atención no son infinitas. “Siempre le digo a la gente que recuerde que va a morir”, dice. Esto permitirá a las personas tener más conciencia de que podrían usar en otras cosas más interesantes y significativas las horas que pasan jugando en su teléfono.
Reorganice sus aplicaciones
Un consejo simple pero útil consiste en reorganizar la pantalla de inicio de su teléfono para sacar las aplicaciones que desea usar menos. Price recomienda descargar aquellas que le permitan llevar un registro de cuánto tiempo pasa en su celular. Entre ellas Freedom y Moment para rastrear su uso y establecer restricciones de tiempo.
Cargue el celular fuera de la habitación
Recargar la batería en un lugar diferente al dormitorio puede servir para usar menos el celular. “Si lo usa como alarma, entonces consiga un reloj normal, vale la pena” dice Price. Para esto, necesitará tener algo en su mesa de noche que ocupe el lugar del teléfono, como un libro. Esto evitará que sea lo primero y lo último con lo que interactúe en el día, y sin duda lo ayudará a aprovechar el tiempo en otras cosas y a reducir la ansiedad.
Establezca zonas o tiempo sin celular
Algunas personas no permiten teléfonos en una habitación específica. “¿Le gustaría ser libre en algún lugar? Entonces piénselo y hágalo”, aconseja Price. Para algunos puede resultar imposible desconectarse por mucho tiempo por razones de trabajo. Pero la periodista dice que las personas podrían optar por ignorarlo breves momentos. Aconseja mirar por la ventana durante un trayecto en carro en vez de revisar el correo, o ir de compras o salir a caminar. “Es una pequeña porción de tiempo libre de teléfono, pero puede ser bastante liberadora”. Aunque sienta por un momento ansiedad de volver a tomarlo, el sentimiento desaparece solo, explica.
Desactive las notificaciones
También ayuda dejar activas solo las notificaciones que realmente quiere. “Para mí eso implica llamadas telefónicas y mensajes de texto porque son personas reales que intentan contactarme, en particular, en tiempo real, además de mi calendario”, dice. Pero recomienda desactivar las de Instagram, Facebook y otras que distraen de forma innecesaria, pues fueron hechas para eso: producir dopamina en el cerebro y crear adicción.
Acepte que menos es más
La tecnología ha hecho pensar a las personas que pueden hacer múltiples tareas al tiempo. Por ejemplo, cenar con la familia y hacer trabajo a distancia. Pero en realidad no es posible. “Es hacer dos cosas cognitivamente exigentes a la vez. Y aunque la gente asume que puede, en realidad está afectando su productividad”, explica Price. El cerebro en estos casos cambia rápidamente entre las dos tareas, lo que resulta mucho menos eficiente que hacerlas una después de la otra. La experta recomienda renunciar al hábito de conectarse todo el tiempo, para poder hacer una sola tarea bien a la vez.
Busque un aliado
Sin duda, es difícil nadar solo contra la corriente en este mar de personas que mantienen una relación tóxica con su teléfono. Price recomienda empezar este reto con una pareja o amigo, que esté disponible no solo para realizar actividades sino para ofrecer apoyo.
Los cambios toman tiempo
Price ha pensado la mayoría de sus consejos para cumplirlos en una meta de 30 días. La razón es que los estudios sobre cambio de comportamiento demuestran que los hábitos tardan un tiempo en consolidarse y, además, la autorreflexión requiere tiempo. “Trabajo en la relación con mi teléfono todos los días, y no siempre es perfecto”, dijo Price. Lo importante, en todo caso, es hacerlo con constancia.
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Los más adictos
En el ranking mundial, Colombia está entre los cinco países en los que las personas pasan más tiempo conectadas a internet al día.
1. Filipinas: 12 horas y 10 minutos
2. Brasil: 9 horas y 29 minutos
3. Tailandia: 9 horas y 11 minutos
4. Colombia: 9 horas
5. Indonesia: 8 horas y 36 minutos