Vida Moderna
Afasia: ¿en qué consiste la enfermedad que padece Bruce Willis?
La enfermedad ataca el cerebro y las capacidades comunicativas del mismo.
Hace pocas horas se conoció que el actor de Hollywood, Bruce Willis, se retira de la actuación por problemas de salud relacionados con una enfermedad llamada afasia, la cual ataca el sistema nervioso, es decir, repercute directamente en el cerebro.
Esta afección es un problema médico causado por un daño en las partes del cerebro responsables del lenguaje, por lo que la mayoría de las personas que la padecen no comprenden con exactitud lo que dicen los demás o no se pueden expresar con las palabras correctas.
Según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos (NIDCD, por sus siglas en inglés) aunque por lo general la afasia ocurre de repente, suele ser el resultado de una lesión en la cabeza o un ataque al cerebro.
Se presenta con frecuencia en áreas del lado izquierdo del mismo y también puede desarrollarse poco a poco, como en el caso de una enfermedad neurológica progresiva.
A quienes sufren de afasia también se les ve afectada el habla, la lectura y la escritura. Se presenta sobre todo en adultos de mediana edad o mayores, pero cualquier persona puede tenerla, incluso los niños pequeños. Los hombres y las mujeres tienen la misma probabilidad de tener afasia.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que la gravedad de la afasia depende de varios factores, incluida la causa y el alcance del daño cerebral, por lo que una vez descubierta la causa qué lo provocó se recurre a tratamientos, como terapia del lenguaje y del habla.
Normalmente, una persona con afasia logra adquirir y practicar nuevas habilidades del lenguaje. Un proceso que debe ser acompañado por familiares cercanos para que participen del desarrollo de este aprendizaje y logren comunicarse con dicha persona.
Los síntomas asociados a esta enfermedad se derivan, como se mencionó, después de una lesión cerebral como un accidente cerebrovascular o un tumor cerebral. Algunos de ellos, según la entidad sin ánimo de lucro, son:
- Decir palabras irreconocibles.
- Escribir oraciones sin sentido.
- No comprender conversaciones de otras personas.
- Hablar con oraciones cortas o incompletas.
- Sustituir una palabra o un sonido por otro.
- Decir oraciones sin sentido.
Así mismo, MedlinePlus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que existen cuatro tipos de afasia:
1. Afasia receptiva: aunque puede escuchar y leer con normalidad, se dificulta el entendimiento o comprensión de lo que lee o escucha.
2. Afasia global: es una de las más graves, pues, en este caso, la persona no logra hablar, entender lo que se le dice, leer o escribir. Es posible que ni siquiera puedan decir unas pocas palabras o repitan las mismas palabras o frases una y otra vez. Pueden tener problemas, incluso, para entender palabras y oraciones sencillas.
3. Afasia expresiva: se presenta cuando el paciente tiene la idea clara en su cabeza de lo que quiere comunicar, pero se le dificulta decirlo o escribirlo.
4. Afasia anómica: en este tipo se encuentran dificultades para encontrar las palabras correctas que describan objetos, situaciones o lugares.
Para diagnosticar afasia, los médicos recurren a resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para confirmar la lesión en el cerebro y conocer su ubicación exacta. Además, el especialista “evalúa la capacidad de comprender y producir el lenguaje, haciendo pruebas para ver cómo la persona sigue órdenes, contesta preguntas, nombra objetos y mantiene una conversación”, explica el NIDCD.
Una vez detectada, como se indicó con anterioridad, se recurre a terapia del habla y el lenguaje para ayudar a los pacientes a recuperar su habilidad para comunicarse.
En casos graves, el tratamiento tiene como objetivo mejorar la capacidad de la persona para comunicarse, ayudándola a usar las habilidades del lenguaje que le quedan y aprender otras formas de comunicación, tales como gestos, imágenes o el uso de dispositivos electrónicos.