Vida Moderna
Agua de apio para aliviar el estreñimiento, prevenir los cólicos y eliminar los gases: así se prepara
El apio posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
El estreñimiento es una afección en la cual la persona podría tener menos de tres evacuaciones a la semana y las heces son duras, secas o grumosas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, que es parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que otros síntomas incluyen:
- Tener heces grumosas o duras.
- Esforzarse para defecar.
- Sentir como si se tuviera una obstrucción en el recto que evita que se pueda defecar.
- Sentir como si no se pudiera vaciar completamente el recto.
- Necesitar ayuda para vaciar el recto, como usar las manos para presionar el abdomen y usar un dedo para quitar las heces del recto.
Asimismo, el estreñimiento puede ocasionar cólicos y gases.
De hecho, los factores que pueden aumentar el riesgo de tener estreñimiento incluyen: ser un adulto mayor, ser mujer, estar deshidratado, tener una dieta baja en fibras, hacer muy poca actividad física o ninguna, tomar ciertos medicamentos incluidos los sedantes, estupefacientes, algunos antidepresivos o medicamentos para bajar la presión arterial; padecer un trastorno mental, como depresión o un trastorno de la alimentación.
Así las cosas, el tratamiento para el estreñimiento comienza con cambios en la dieta y el estilo de vida y, por ello, el portal Salud 180 reveló que el agua de apio es ideal para aliviar el estreñimiento, prevenir los cólicos y eliminar los gases, ya que posee propiedades hepatoprotectoras, hipoglucemiantes, antiinflamatorias y analgésicas.
“El apio contiene fibras que favorecen los movimientos intestinales, ayudando a aliviar el estreñimiento. Además de esto, podría proteger la mucosa gástrica y evitar la formación de úlceras. Asimismo, se ha encontrado que el apio podría actuar como analgésico y antiespasmódico, aliviando el dolor estomacal”, señaló el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
En consecuencia, para preparar la bebida hay que hervir un litro de agua y agregar tres tallos de apio con el zumo de un limón y media cucharadita de jengibre en polvo.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras recomendaciones que ayudan a evitar el estreñimiento y los gases son:
- Beber mucho líquido.
- Mantenerse lo más activo posible y hacer ejercicio periódicamente. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Cuando se sienta el impulso de defecar, no pasarlo por alto y procurar establecer horarios regulares para evacuar el intestino, especialmente después de una comida.
- No tomar refrescos carbonatados como las gaseosas y la cerveza.
- No masticar goma de mascar.
- Comer lentamente y saborear la comida: es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.
Finalmente, hay que señalar que la entidad sin ánimo de lucro explica que las complicaciones del estreñimiento crónico comprenden las siguientes:
- Inflamación de las venas del ano (hemorroides). Hacer fuerza para evacuar los intestinos puede provocar una inflamación de las venas que se encuentran en el ano y alrededor de este.
- Ruptura de la piel del ano (fisura anal). Las heces grandes o duras pueden provocar pequeñas rupturas en el ano.
- Heces que no pueden eliminarse (retención fecal). El estreñimiento crónico puede provocar una acumulación de heces duras que se atascan en los intestinos.
- Intestino que sobresale a través del ano. Hacer fuerza para evacuar los intestinos puede hacer que una pequeña porción del recto se estire y sobresalga a través del ano.