Vida Moderna

Agua de apio para bajar el colesterol y la tensión arterial: así se puede consumir

Este alimento aporta proteínas, potasio y flavonoides.

20 de diciembre de 2022
Jugo de apio
El apio contiene pocas calorías, es rico en fibras y tiene acción diurética. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo y es necesario para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayuden a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explicó que la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias y esta es más alta cada vez que el corazón bombea con más fuerza y trabaja demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal.

Así las cosas, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que el agua de apio es ideal para bajar el colesterol y la tensión arterial, pues “por contener saponinas y compuestos antioxidantes, el apio ayuda a disminuir el colesterol “malo”o LDL, en sangre, previniendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis, derrame cerebral e infarto de miocardio”.

Asimismo, añadió que “el apio es rico en potasio, un mineral que ayuda a eliminar el sodio en exceso del organismo, y además contiene antioxidantes que permiten que los vasos sanguíneos se relajen, mejorando la circulación sanguínea y promoviendo disminución de la presión arterial”.

En consecuencia, para obtener los beneficios hay que hervir un litro de agua y se agrega un tallo grande apio que se debe dejar en el fuego por 5 minutos para, finalmente, dejar reposar la bebida unos minutos más hasta que se encuentre a temperatura ambiente y se pueda consumir.

Sobre la misma línea, el portal portugués indicó que “el apio es un vegetal muy versátil, utilizándose de diversas maneras, se puede comer crudo, cocido al vapor o al horno y para hacer diferentes recetas, como salsas, sopas, ensaladas, cremas, en forma de palitos como snacks con queso blanco y hierbas e incluso para preparar jugos, licuados o té”.

Información nutricional por 100 gramos de apio

  • Energía: 15 calorías
  • Agua: 94,4 g
  • Proteína: 1,1 g
  • Grasa: 0,1 g
  • Carbohidratos: 1,5 g
  • Fibra: 2,0 g
  • Vitamina B1: 0,05 mg
  • Vitamina B2: 0,04 mg
  • Vitamina B3: 0,3 mg
  • Vitamina C: 8 mg
  • Vitamina B9: 16 mcg
  • Potasio: 300 mg
  • Calcio: 55 mg
  • Fósforo: 32 mg
  • Magnesio: 13 mg
  • Hierro: 0,6 mg
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De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, hay otros hábitos que ayudan a reducir el colesterol y la tensión arterial como, por ejemplo:

1. Comer alimentos saludables para el corazón:

  • Reducir las grasas saturadas. Las grasas saturadas, que se encuentran principalmente en las carnes rojas y los productos lácteos enteros, aumentan el colesterol total.
  • Eliminar las grasas trans. Las grasas trans, que a veces figuran en las etiquetas de los alimentos como “aceite vegetal parcialmente hidrogenado”, se utilizan a menudo en margarinas y galletas, galletitas saladas y pasteles comprados en tiendas.
  • Comer alimentos ricos en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3 no afectan el colesterol LDL, pero tienen otros beneficios para la salud del corazón, entre ellos la disminución de la presión arterial. Los alimentos con ácidos grasos omega-3 incluyen el salmón, la caballa, el arenque y las nueces.

2. Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.