MUNDO

Aislamiento nacionalista o solidaridad global: las opciones de Yuval Harari para enfrentar coronavirus

El influyente historiador plantea cuáles serían las consecuencias de escoger una de estas vertientes para manejar la pandemia.

20 de marzo de 2020
| Foto: Fotomontaje / SEMANA

Yuval Noah Harari, reconocido historiador y para algunos gurú de muchas crisis en el mundo, habló para el medio británico Financial Times sobre su postura de cómo debería manejarse la pandemia del coronavirus a nivel global.

El israelí advierte que cualquier decisión que tomen las naciones en este momento tendrá un impacto definitivo en el modo de vida de la población. Harari pide "tener en cuenta las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones” y, por tanto, plantea que la cooperación es la mejor opción en estos momentos cuando el covid-19 ha matado a once mil personas.

Para que haya cooperación dice—, el primer paso es confiar en la información que entregan médicos y científicos. A partir de esa base los gobiernos deben coordinar el movimiento de pasajeros, de tal forma que se construya un monitoreo trasnacional de viajeros con el fin de que se vigile su estado de salud. Y de tener el virus, este sea detectado a tiempo.

El historiador afirma que el aislamiento nacionalista no debe multiplicarse. Critica especialmente a Estados Unidos y señala que "ha renunciado a su papel de líder mundial". 

Sobre la crisis económica que se deriva del coronavirus, Harari explica que si cada estado actúa por su cuenta, el efecto será demoledor para los países cuya economía no es tan sólida. Y tarde o temprano lo que pase con ellos deberá ser asumido como un problema mundial. 

La vigilancia totalitaria tampoco es el camino

Aunque Hariri aplaude el uso de la tecnología para mejorar los controles del virus, advierte que no hay que sobrepasar los límites de la privacidad en aras de la seguridad y la salud. Para él, la clave está en el empoderamiento de los ciudadanos a través de los incentivos que pueden proporcionar las autoridades. “Un pueblo motivado y bien informado es mucho más poderoso y efectivo que un pueblo vigilado e ignorante”, dice. 

Como ejemplo menciona que si la comunidad entiende la importancia del lavado de manos, desde el sustento científico y el ejemplo de sus gobernantes, lo hará sin que haya un "gran hermano" vigilando.