Artritis reumatoide
El ajo puede ayudar en diferentes formas como tratamiento para la artritis. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Ajo: así se puede consumir para aliviar la artritis y reducir la inflamación

Este tipo de remedios no reemplazan un tratamiento médico profesional.

11 de octubre de 2022

La artritis es una enfermedad que causa dolor en las articulaciones. Es importante seguir al pie de la letra las recomendaciones brindadas por el doctor que sigue el caso, especialmente, las relacionadas con el tratamiento.

Muchas personas recurren a remedios caseros para complementar el tratamiento de afecciones. Aunque no se tiene evidencia científica que demuestre sus efectos, hay quienes prefieren utilizarlos. Sin embargo, antes de consumirlos o aplicarlos, lo recomendable es consultar con un doctor.

De acuerdo con el portal web Vida lúcida, el ajo es utilizado por algunas personas como un remedio casero para ayudar a disminuir los síntomas de la artritis reumatoide, debido a que tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes.

Para aprovechar dichos beneficios, el portal web recomienda tres opciones para preparar el ajo:

Opción #1

  1. Triturar muy bien dos dientes de ajo crudo.
  2. Llevarlos a la licuadora.
  3. Pelar 1 limón y agregarlo.
  4. Añadir 1 cucharada de miel.
  5. Procesar por varios segundos.
  6. Servir y consumir.

Opción #2

  1. Triturar muy bien los dientes de ajo.
  2. Añadir a un vaso y agregar 2 cucharadas de miel.
  3. Revolver.
  4. Aplicar directamente en la piel en las zonas donde se presenta el malestar.
  5. No se puede utilizar por mucho tiempo, pues el ajo puede quemar la piel si se usa prolongadamente.

Opción #3

  1. En un recipiente exprimir 2 limones.
  2. Pelar dos dientes de ajo, licuarlos y añadirlos.
  3. Revolver y tomarlo en ayunas.

En caso de que se presenten reacciones adversas en la piel luego de aplicarlo o se presente malestar estomacal por consumirlo, se debe acudir inmediatamente a un centro médico para recibir atención.

Artritis

Este término comprende más de 100 enfermedades. Las más frecuentes son la artrosis y la artritis reumatoide.

“Hay diferentes tipos de artritis. En algunas enfermedades en las que se presenta la artritis, otros órganos, como los ojos, el corazón o la piel, también se pueden ver afectados”, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, dependiendo del tipo de artritis que se tenga, los síntomas pueden variar un poco. Sin embargo, los más comunes incluyen:

  • Dolor
  • Rigidez
  • Hinchazón
  • Enrojecimiento
  • Disminución de la amplitud de movimiento

Factores de riesgo

La evidencia ha demostrado que existen varios factores que incrementan el riesgo de padecer artritis. Hay algunos en los que se puede trabajar para modificarlo y hay otros que no.

No modificables

  • Edad: el envejecimiento incrementa el riesgo.
  • Sexo: la artritis es más común en las mujeres.
  • Factores genéticos: algunos genes están asociados con mayor riesgo de algunos tipos de artritis.

Modificables

  • Sobrepeso y obesidad: al tener sobrepeso la rodilla debe soportar mayor peso y hacer un mayor esfuerzo.
  • Lesiones en las articulaciones: las lesiones pueden contribuir al desarrollo de osteoartritis.
  • Infección: algunos agentes microbianos causan infección y pueden desarrollar un tipo de artritis.
  • Trabajo: algunos oficios obligan a mantener las rodillas dobladas.

Medias de compresión para la artritis

Es importante seguir las instrucciones médicas para que disminuya la hinchazón y el dolor. Mayo Clinic brinda algunas recomendaciones:

  • Se pueden utilizar medias normales o pantuflas sobre las medias de compresión para evitar que se dañen.
  • Tener cuidado de que no se enganchen en las uñas o accesorios.
  • En caso de que la media no se extienda, se arrugue o se resbale es señal de un cambio.
  • Si la hinchazón persiste se debe acudir a un centro médico.
  • Revisar diariamente las piernas para verificar si hay zonas irritadas o cambios en la piel. Es muy importante hacer esta observación porque se puede padecer infecciones.