VIDA MODERNA
Alerta por tormenta geomagnética solar que llegaría a la Tierra este lunes 11 de octubre
Los expertos han indicado que en condiciones óptimas, dicha tormenta podría hacerse visible desde algunos países.
Los expertos esperan que este lunes 11 de octubre de 2021, probablemente llegue a la Tierra una eyección de masa coronal, con tormentas geomagnéticas de leves a moderadas. Se trata de la mancha solar activa AR2882 que entró en erupción el pasado sábado, produciendo una fuerte llamarada solar de clase M1.6.
Por lo tanto, los meteorólogos del tiempo espacial del NWS-NOAA han modelado su trayectoria y confirmado que entrará al planeta Tierra, según informó el experto Francisco Martín León en su blog de Meteored.
“El impacto podría provocar tormentas geomagnéticas de clase G1 a G2. Si se materializa una tormenta G2 moderadamente fuerte, los observadores del cielo en los Estados Unidos podrían ver auroras tan al sur como una línea que conecta Nueva York con Oregón. Es probable que auroras se encuentren en latitudes altas en Europa, con una pequeña posibilidad de que alcancen latitudes medias”, dijo el meteorólogo y coordinador de la Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM).
Y agregó el experto: “En condiciones óptimas, podrían hacerse visibles desde latitudes como Tasmania en Australia, Escocia, el sur de Suecia y los estados bálticos. Los estados del norte de los EE. UU. También deben mantenerse alerta a medida que se acercan al anochecer en caso de que tengamos las condiciones esperadas de tormentas geomagnéticas”.
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Por otra parte, en días pasados otro grupo de científicos reveló que el exoplaneta WASP-76b, un infierno donde el hierro se vaporiza, se condensa en el lado nocturno y luego cae como lluvia, puede ser incluso más ardiente de lo que los ellos habían pensado.
El equipo internacional, dirigido por científicos de la Universidad de Cornell, la Universidad de Toronto y la Queen’s University de Belfast, informó sobre el descubrimiento de calcio ionizado en este Júpiter ultracaliente, lo que sugiere una temperatura atmosférica más alta de lo que se pensaba anteriormente o fuertes vientos en la atmósfera superior.
Los Júpiter calientes reciben su nombre por sus altas temperaturas, debido a la proximidad a sus estrellas. WASP-76b, descubierto en 2016, está a unos 640 años luz de la Tierra, pero tan cerca de su estrella de tipo F, que es un poco más caliente que el sol, que el planeta gigante completa una órbita cada 1,8 días terrestres.
Los resultados de esa investigación fueron los primeros de un proyecto de varios años dirigido por Cornell, Exoplanets with Gemini Spectroscopy, o ExoGemS, que explora la diversidad de atmósferas planetarias.
“A medida que hacemos la detección remota de docenas de exoplanetas, que abarcan un rango de masas y temperaturas, desarrollaremos una imagen más completa de la verdadera diversidad de mundos extraterrestres, desde aquellos lo suficientemente calientes como para albergar lluvia de hierro hasta otros con climas más moderados, desde aquellos más pesados que Júpiter a otros no mucho más grandes que la Tierra”, dijo en un comunicado el coautor Ray Jayawardhana, Harold Tanner Decano de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Cornell y profesor de astronomía.
“Es notable que con los telescopios e instrumentos de hoy en día, ya podamos aprender mucho sobre las atmósferas, sus constituyentes, propiedades físicas, presencia de nubes e incluso patrones de viento a gran escala, de planetas que orbitan estrellas a cientos de años luz de distancia”, agregó Jayawardhana.
El grupo detectó un raro trío de líneas espectrales en observaciones altamente sensibles de la atmósfera del exoplaneta WASP-76b, publicadas en Astrophysical Journal Letters y presentadas en la reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la American Astronomical Association.
“Estamos viendo tanto calcio; es una característica realmente fuerte”, señaló la primera autora Emily Deibert, estudiante de doctorado de la Universidad de Toronto, cuyo asesor es Jayawardhana.
“Esta firma espectral de calcio ionizado podría indicar que el exoplaneta tiene vientos en la atmósfera superior muy fuertes”, dijo Deibert. “O la temperatura atmosférica en el exoplaneta es mucho más alta de lo que pensamos”.