Salud
Alimentos indispensables para prevenir la osteoporosis a partir de los 40 años
La osteoporosis es una preocupación creciente en la salud ósea, especialmente para quienes entran en la década de los 40.
La salud ósea es un activo invaluable en la vida de las personas, y a medida que se envejece, la preocupación por mantener huesos fuertes y resistentes se vuelve más relevante. La osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, es un problema de salud común, especialmente en personas mayores. Sin embargo, la prevención comienza mucho antes, incluso a partir de los 40 años.
La osteoporosis es una enfermedad ósea que se caracteriza por la disminución de la densidad y la calidad de los huesos, lo que los hace más frágiles y propensos a fracturas. Esta condición se desarrolla debido a una serie de factores y procesos biológicos que afectan la estructura y la masa ósea. De acuerdo con el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS) de los Estados Unidos, las principales causas son:
- Envejecimiento: el envejecimiento es uno de los principales factores de riesgo para la osteoporosis. A medida que las personas envejecen, la formación de hueso nuevo no puede igualar la pérdida de hueso, lo que resulta en una disminución gradual de la densidad ósea.
- Deficiencia de estrógeno: las mujeres tienen un riesgo particularmente alto de desarrollar osteoporosis después de la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona que ayuda a mantener la densidad ósea. El Instituto Nacional de Salud (NIH) de los Estados Unidos menciona que aproximadamente el 20 % de la pérdida de hueso en las mujeres ocurre en los primeros cinco a siete años después de la menopausia.
- Factores genéticos: la genética también desempeña un papel en la predisposición a la osteoporosis. Las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla.
- Sedentarismo o lesiones: la falta de actividad física, como el sedentarismo o la inmovilización debido a una lesión o enfermedad prolongada, puede contribuir al debilitamiento de los huesos.
- Deficiencia de calcio y vitamina D: una ingesta inadecuada de calcio y vitamina D puede comprometer la salud ósea. El calcio es un componente esencial para la formación y el mantenimiento de los huesos, y la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. La falta de estos nutrientes puede aumentar el riesgo de osteoporosis.
- Uso de medicamentos: algunos medicamentos, como los corticosteroides y ciertos medicamentos anticonvulsivos, pueden aumentar el riesgo de osteoporosis si se toman a largo plazo.
Según el NIH, la prevención de la osteoporosis implica una dieta rica en calcio y vitamina D, además de hábitos de vida saludables. Para ayudar a las personas a mantener huesos fuertes, el NIH aconseja consumir:
- Leche y productos lácteos: estos alimentos son ricos en calcio, un mineral crucial para la salud ósea. El calcio se encuentra en alimentos como la leche, el yogur y el queso. El NIH recomienda a las mujeres de 19 a 50 años consumir al menos 1,000 mg de calcio al día y a las mayores de 50 años aumentar esa cantidad a 1,200 mg.
- Vegetales de hojas verdes: las espinacas, la col rizada y el brócoli son ejemplos de vegetales ricos en calcio. Además, contienen otros nutrientes como la vitamina K, que también es importante para la salud de los huesos, según el NIH.
- Alimentos fortificados con vitamina D: La vitamina D es esencial para la absorción del calcio. Los alimentos como el cereal y la leche fortificados son buenas fuentes de esta vitamina. El NIH recomienda a los adultos de 19 a 70 años consumir entre 600 y 800 UI de vitamina D al día.
- Pescado: los pescados grasos como el salmón y el atún son ricos en vitamina D y ácidos grasos omega-3, que pueden ser beneficiosos para la salud ósea.
- Frutas y frutos secos: los alimentos ricos en potasio, como los plátanos y las ciruelas pasas, pueden ayudar a mantener el equilibrio de minerales en los huesos.
- Fuentes de proteína magra: la proteína es importante para la formación y el mantenimiento de los huesos. Las carnes magras, el pollo, el pavo y las legumbres son excelentes opciones, asegura el NIH.