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Alimentos para regenerar el cartílago de la rodilla de manera natural
Aportan en la producción de colágeno y ayudan a fortalecer las articulaciones.
El cartílago es un tipo de tejido firme, grueso y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos para formar una articulación. Actúa como un cojín protector y está localizado en las articulaciones de diferentes partes del cuerpo.
Su principal función es recubrir y proteger esas áreas; por ejemplo, la rodilla, el fémur y la tibia, así como soportar las fuerzas que se ejecutan con cada movimiento que realiza el cuerpo. Así mismo, es el encargado de disminuir las probabilidades de que una persona padezca de lesiones articulares, asegura el portal Fisioterapia Online.
Una de sus principales tareas es reducir la fricción entre los huesos, pero además se encarga de transferir y distribuir las cargas mecánicas en distintas posiciones articulares y ofrece una superficie lubricada, que permite que los huesos se deslicen y giren unos sobre otros sin enfrentarse.
Suele suceder que con el paso del tiempo y el avance de la edad, los cartílagos enfrentan desgaste y también se lesionan, lo que ocasiona diversas afecciones como dolor, inflamación y dificultad para realizar los movimientos. Si bien existen tratamientos médicos para regenerarlos, también se puede mejorar su condición con la ingesta de ciertos nutrientes que ayudan tanto a fortalecer como a prevenir que la densidad del cartílago se reduzca. Estas son algunas alternativas.
Lisina
El portal de estilo de vida unCOMO indica que es clave consumir alimentos ricos en lisina, un aminoácido esencial para fortalecer el cartílago articular. Es un nutriente que el cuerpo no puede producir por sí solo, por lo que se requiere obtenerlo a través de ciertos alimentos. Es una buena alternativa en la alimentación debido a que favorece la absorción de calcio.
Este nutriente se encuentra en alimentos como los huevos, la soya, la carne roja, el queso, las legumbres, los frutos secos, el bacalao y la levadura de cerveza.
Almendras
Estos frutos secos son ricos en ácidos grasos omega-3, vitamina E y manganeso. Estos ácidos ayudan a reducir la inflamación, mientras que la vitamina E es un antioxidante que protege a nuestras células del daño de los radicales libres. El manganeso, por su parte, ayuda a fortalecer los huesos y las articulaciones, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Este alimento también es fuente de lisina.
Espinacas
Estos vegetales son fuente de magnesio, un mineral que es clave para fortalecer y proteger los cartílagos. Adicionalmente, un estudio realizado por científicos de la Universidad Nacional de Chonbuk demostró que la espinaca contiene una sustancia llamada kaempferol, que funciona como un antioxidante y antiinflamatorio que fortalece el cartílago y las articulaciones, asegura el portal RunnesWorld.
Pescado azul
Este tipo de pescado es rico en ácidos grasos omega-3, que es saludable para las articulaciones, además de que contiene colágeno que reduce el desgaste articular. En la lista de alternativas se encuentran el salmón, atún, trucha, anchoas y sardinas, entre otros.
Vitamina C
Otro nutriente clave para fortalecer el cartílago y mejorar la condición de las articulaciones es la vitamina C, indica el portal Salud 180. Esta vitamina, además de ser antioxidante, favorece la producción de colágeno, que es clave para fortalecer estas partes del cuerpo. Este es un nutriente que puede obtenerse a través de la ingesta de frutas cítricas como la naranja, mandarina, pomelo y el limón, además de otros como la fresa, el tomate, el melocotón y el kiwi.
Gelatina
Este es uno de los productos más ricos en colágeno que, como ya se ha mencionado, es una proteína muy importante para los tejidos, entre ellos los cartílagos, así como para los tendones y huesos. Lo ideal es consumirla sin sabor y no con aditivos.
Vitamina D
unCOMO asegura que la vitamina D ayuda a evitar que el cartílago pierda tejido fibroso, ya que mejora la movilidad de las articulaciones y favorece la recuperación de algunas lesiones, aliviando síntomas como el dolor muscular y el dolor de las rodillas. Este nutriente puede obtenerse mediante la exposición de la piel al sol o consumiendo algunos alimentos como leche, salmón, ostras y panes y cereales integrales y fortificados.