Vida moderna
Alimentos que ayudan a regenerar el cartílago de forma natural
Una alimentación balanceada es clave para contribuir a la salud de los huesos.
Con el paso de los años, el cuerpo experimenta cambios en sus diferentes órganos y en su funcionamiento, por lo que es necesario acudir a una alimentación balanceada, actividad física y tratamientos médicos supervisados para poder tener una buena salud.
Una de esas partes del organismo que cambia o que se debilita conforme avanza la edad, es el cartílago que cubre los huesos en sus extremos, por lo que es necesario regenerarlo para evitar dolorosas molestias, especialmente en las rodillas y la cadera.
En ese orden de ideas, acá hay una lista de alimentos que contribuyen a esa dieta a ya la regeneración de los cartílagos:
- Frutos secos como nueces o almendras contienen importantes cantidades de colágeno, elemento clave para la salud y regeneración de los cartílagos.
- Las espinacas también son clave para el cuidado del cartílago; su alto contenido de magnesio ayuda a fortalecerlos y a protegerlos.
- La cúrcuma también es de gran ayuda en este objetivo; esta especia es muy conocida por tener propiedades antiinflamatorias por lo que se utiliza bastante para ayudar a cuidar los problemas en las articulaciones.
- Las naranjas tienen una gran cantidad de vitamina C, lo que aporta directamente al sistema inmune y ayuda a regenerar los cartílagos, protegiendo las articulaciones.
- El pescado azul, como las sardinas, el atún, la trucha, el salmón o las anchoas, tiene gran cantidad de colágeno, el cual ayuda a que el cartílago no se desgaste tan rápido. También son una gran fuente de omega-3, ácidos esenciales para la salud del organismo.
Colágeno: esta es la mejor forma de consumirlo para evitar las arrugas
El colágeno es una proteína que permanece en el cuerpo humano en grandes cantidades y se produce a partir de la combinación de aminoácidos, que son nutrientes contenidos en los alimentos ricos en proteínas, junto con otros elementos como la vitamina C, el zinc y el cobre.
Además, contribuye al buen funcionamiento de huesos, dientes, músculos, piel, articulaciones y algunos tejidos conectivos; de acuerdo con el Grupo Sanitas de España, es la sustancia principal que le otorga elasticidad a la piel, previniendo la aparición de arrugas.
Por tal razón, es importante consumir alimentos que ayuden con la producción de esa proteína y el portal Nuevas Evas indicó que los mejores son:
1. Berro: Es una planta rica en vitamina C, vitamina A y flavonoides.
4. Semillas de sésamo: Son conocidas popularmente como ajonjolí y aportan calcio, fósforo, potasio, hierro, vitamina E, entre otras.
5. Semillas de calabaza: Son ricas en omega-3, fibras, grasas buenas, antioxidantes y minerales como hierro y magnesio.
6. Castañas: Aportan vitaminas B, C, K y ácidos grasos.
De igual forma, otros alimentos recomendados por expertos son: evos, verduras, carnes rojas, pollo, cítricos (naranjas y pomelos/toronjas), bayas (fresas, frambuesas, arándanos y moras), frutas tropicales (mango, kiwi, piña, melón y guayaba), ajo, hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras de ensalada) y tomates.
No obstante, así como hay alimentos que aumentan la producción de colágeno, hay otros que la disminuyen, como el exceso de azúcar y los carbohidratos refinados, que pueden causar inflamación en el organismo y deteriorar el colágeno en el cuerpo. Esto también se ve reflejado en un deterioro en el estado de la piel, los huesos y los músculos.
Por ende, se recomienda tener una dieta baja en azúcares y harinas refinadas, porque comer pan, galletas, caramelos, jugos artificiales, entre otros productos, contribuye al aumento de la glucosa en la sangre y el exceso de azúcar se engancha a algunas proteínas (elastina y colágeno entre ellas). Lo anterior hace que estas proteínas se vuelvan rígidas y las endurece, por un proceso denominado glicación.
De otro lado, el colágeno se puede consumir en polvo o en cápsulas y el portal Muy Saludable del Grupo Sanitas de España indicó que “se recomienda consumirlo a partir de los 30 años, cuando la piel empieza a desgastarse de manera notable, aunque si se pasa mucho tiempo bajo el sol o se fuma, se puede empezar a consumir antes debido al desgaste en la piel en ambas actividades”.