Vida Moderna
Alimentos que no se deben lavar antes de consumirlos
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado a conocer cinco alimentos que no se deben lavar antes de consumirlos.
Normalmente, se deben lavar los alimentos antes de consumirlos para eliminar toda clase de químicos o sustancias nocivas para el organismo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que existen más de 200 enfermedades provocadas por la contaminación de los alimentos con bacterias, químicos o parásitos. Sin embargo, existe una lista de alimentos que son la excepción y no se deben lavar antes de consumirlos.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud, junto con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la OMS, han dado a conocer una lista de cinco alimentos que no se deben lavar antes de consumir:
Huevos
A pesar de que los huevos pueden traer consigo una capa de suciedad que es visible en la cáscara, la OCU asegura que no es recomendable someterlos a un enjuague, ya que la presencia de cutícula sobre la superficie del derivado animal es la que impide la entrada de gérmenes a la yema y la clara.
Setas y hongos
Por lo general, las setas y hongos suelen estar cubiertos por una capa de tierra, pero al someterlos al lavado podría estropear su proceso de preparación, sabor y aroma, según indica la OCU. La organización en mención recomienda limpiar cada una de las setas con un trapo o cepillo para eliminar los residuos de tierras. De hecho, los chefs de los restaurantes aseguran que existen cepillos especializados para el tronco y la cabeza de los alimentos.
Pollo
Tanto la OCU, como la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido (FSA), alerta sobre el peligro que representa lavar el pollo antes de cocinarse, dado que un estudio indica que esta carne debajo del grifo aumenta el riego de propagar la bacteria campylobacter, la cual causa diarrea y dolor abdominal.
Carnes
El departamento de Agricultura de Estados Unidos y la OCU aconsejan no lavar los filetes de res o cerdo antes de consumirse, pues además de perder sus nutrientes, también puede aumentar la probabilidad de contaminación cruzada. Como alternativa para evitar la proliferación de agentes patógenos, se aconseja cocer este tipo de alimentos a una temperatura de al menos 70°C, según la OMS.
Verduras en bolsa
Por su parte, la OCU recomienda confiar en la higiene de los comerciantes de lechuga, espinacas, acelgas y ensaladas en bolsa, pues detallan que en el proceso de desinfección para su venta es suficiente para un consumo seguro.
Frutas y verduras que se deben comer con cáscara
- Manzanas: son una fruta rica en quercetina y pectina, dos sustancias que aportan múltiples beneficios para la salud. Como tal, la quercetina es un flavonoide, es decir, un químico vegetal que tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios. En cuanto a la pectina, es un tipo de fibra saludable que ayuda a prevenir el estreñimiento y tiene un efecto reductor del colesterol malo. Para su consumo, la Fuente de Nutrición de Harvard indica que es ideal consumir este alimento con la cáscara, ya que ofrece una mayor cantidad de nutrientes. De lo contrario, descartar la piel de las manzanas, elimina gran parte de la fibra y la mayoría de sus flavonoides.
- Zanahorias: esta verdura, además de ser una buena fuente de vitamina A y contiene poliacetilenos, unos compuestos con efecto antiinflamatorio que se concentran justo debajo de la piel, según indica el portal web Prevention. Asimismo, la piel de las zanahorias son una fuente de fibra, por lo que se aconseja lavar muy bien para luego poder consumirla y aprovechar sus nutrientes.
- Batata: son un alimento rico en vitamina A, betacarotenos y fibra. También aportan nutrientes esenciales como las vitaminas B6, C y potasio. Por su parte, Harvard recomienda lavar y dejar la piel de la batata, ya que es comestible y nutritiva, pues cocinar la piel ayuda a minimizar la lixiviación de nutrientes, incluidos el betacaroteno y la vitamina C.
- Calabacín: esta verdura tiene un alto contenido de fibra y es rico en antioxidantes como la luteína y la zeaxantia. Específicamente, la piel del calabacín es comestible y se aconseja consumir para aumentar la ingesta de fibra y antioxidantes naturales.