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Alimentos que se deben evitar si se padece de hipertensión o diabetes
Estas dos enfermedades pueden causar serios problemas cardiovasculares.
La hipertensión y la diabetes son dos enfermedades silenciosas que, si avanzan o no se les da un tratamiento adecuado, pueden ocasionar diversos inconvenientes al organismo y, especialmente, al corazón.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos aseguran que cuando una persona tiene alta su presión arterial normalmente se siente bien y no se da cuenta, debido a que es un padecimiento que no causa señales o síntomas.
“Si la presión arterial alta no se controla por medio de cambios en el estilo de vida y medicamentos, puede provocar derrames cerebrales, enfermedades cardíacas, problemas oculares, insuficiencia renal y otros inconvenientes de salud. También es posible que ocasione dificultades para respirar cuando una persona hace actividades físicas o ejercicios livianos”, precisa la citada fuente.
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Aumenta probabilidad de muerte prematura
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que cuando esta enfermedad no se controla de manera adecuada, aumenta las posibilidades de las mencionadas complicaciones y la mortalidad prematura. Además, las personas con este padecimiento tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares y tuberculosis, especialmente aquellas con mal control glucémico.
La alimentación y los hábitos de vida son determinantes en el desarrollo o prevención de estos padecimientos. Información de la Fundación Española del Corazón indica que estas afecciones están detrás de la mitad de los fallecimientos por accidentes cerebrovasculares y cardiopatías, la primera causa de enfermedad y mortalidad en los países desarrollados.
Según los Institutos Nacionales de Salud, cuando una persona es diabética o tiene problemas de hipertensión debe evitar, principalmente, los siguientes alimentos.
- Fritos y otros productos ricos en grasas saturadas y grasas trans
- Alimentos con alto contenido de sal, también llamado sodio
- Dulces, como productos horneados y helados
- Bebidas con azúcares agregados, como jugos, gaseosas y bebidas regulares para deporte o energéticas
- Salsas artificiales
- Carnes procesadas
- Alimentos lácteos enteros
- Carnes grasosas
- Bebidas alcohólicas
Por el contrario, la Asociación Americana del Corazón recomienda que si una paciente tiene la tensión elevada, incluya en su dieta diaria los siguientes alimentos, que también aplican para quienes tienen el azúcar elevado en la sangre.
- Frutas
- Vegetales
- Granos integrales
- Frutos secos, como almendras y nueces
- Legumbres y semillas, como alubias, lentejas y semillas de girasol
- Cereales integrales, como la pasta de trigo integral, el arroz integral y la avena
- Productos lácteos bajos en grasa, como la leche descremada y el queso reducido en grasa
- Proteínas magras, como pollo o pescado sin piel
Dieta DASH
Una dieta recomendada para hacerle frente a estas dos afecciones es la DASH, que es la sigla de Dietary Approaches to Stop Hypertension. Aunque se trata de un plan de alimentación saludable que está diseñado para ayudar a tratar o prevenir la presión arterial alta, también contribuye a evitar o controlar la diabetes tipo 2, mejorar los niveles de colesterol y hasta reduce las probabilidades de cálculos renales, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Incluye alimentos con un alto contenido de potasio, calcio y magnesio, nutrientes que ayudan a controlar la presión arterial y limitan aquellos productos que tienen un alto contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares agregados, que juegan en contra del azúcar en la sangre.
Esta dieta es rica en vegetales, frutas y cereales integrales. Incluye productos lácteos descremados o con bajo contenido de grasa, pescado, carne de aves, fríjoles y frutos secos y limita los alimentos con alto contenido de grasas saturadas, como la carne con grasa y los lácteos enteros.
“Los estudios han demostrado que la dieta DASH puede reducir la presión arterial en tan solo dos semanas. También puede bajar los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol “malo”) en la sangre. La presión arterial alta y los niveles elevados de colesterol LDL son dos factores de riesgo importantes para la enfermedad cardíaca y los accidentes cerebrovasculares”, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
En cuanto a la diabetes, un estudio publicado en la revista médica Diabetes Care determinó que la riqueza en frutas, verduras y lácteos desnatados tendría un papel protector ante el desarrollo de la tipo 2. Asimismo, ayudaría en casos de prediabetes o resistencia a la insulina incipiente, ya que permite bajar de peso y así, favorece el metabolismo de la glucosa ayudando a prevenir esta enfermedad crónica.