Vida Moderna
Alternativas naturales para eliminar los molestos hongos de la cabeza
Muchas personas sufren de la incómoda aparición de hongos en el cuero cabelludo.
Los hongos en la cabeza también son conocidos como “tiña” del cuero cabelludo (tinea capitis). Básicamente, se trata de una erupción cutánea que suele provocar picazón, descamación y áreas de calvicie. De acuerdo con el instituto de investigaciones Mayo Clinic, es una infección contagiosa.
Los síntomas se evidencian en uno o más parches redondos de piel escamosa o inflamada, donde el pelo se desprende del cuero cabelludo o cerca de este. También se pueden presentar parches que se agrandan lentamente y tienen pequeños puntos negros donde el pelo se desprendió. De igual forma, el cabello se puede volver quebradizo o frágil y romperse o arrancar fácilmente. Otra de las señales es que se generan zonas sensibles o dolorosas en el cuero cabelludo.
De acuerdo con MedlinePlus, los hongos en la cabeza son más propensos en aparecer cuando se tienen lesiones menores en el cuero cabelludo, no lavar el cabello de forma frecuente y tener la piel húmeda por mucho tiempo.
Pero por suerte, para las personas que sufren estos incómodos hongos en el cuero cabelludo, existen algunos remedios naturales que podrán controlar los síntomas y darle solución al tema. Siempre teniendo presente que es importante acudir a un dermatólogo, con el fin de conocer qué solución especial existe para cada tipo de persona.
Tendencias
Tónico de ajo
El ajo contiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas que combaten la incómoda presencia de hongos, eliminándolos sin darle la oportunidad de reproducirse. Es recomendable que antes de aplicarse directamente en la zona, se lleven a cabo pruebas en la piel, para poder entender cómo reacciona esta al tónico.
Gel de aloe vera
Este gel cuenta con sábila que tiene propiedades astringentes que ayudan a reducir el enrojecimiento, la comezón y la inflamación, además de que fomentan el crecimiento de células en la piel, lo que produce un efecto cicatrizante. Por este motivo, se puede extraer el gel y aplicarlo directamente en el cuerpo cabelludo con una brocha o una herramienta similar para que se aplique directamente en la zona específica de la cabeza.
Aceite de arbol de té
Este producto se obtiene de la destilación a vapor y cuenta con varias propiedades antibacterianas, antivirales y cicatrizantes que permitirán combatir directamente la presencia de cualquier tipo de microrganismo en el cuero cabelludo. Es importante siempre hacer pruebas en la piel y dirigirse a un especialista para evitar alergias o efectos secundarios negativos.
Los riesgos para la salud de tener hongos
Los hongos están en todas partes. Pueden encontrarse en cualquier lugar, pero no son visibles a la vista humana. Por eso es importante mantener los espacios pulcros y realizar limpieza profunda regularmente.
Cualquier persona puede tener una infección por hongos, pero quienes tienen una afección tienen un mayor riesgo, como es el caso de los pacientes con VIH.
“Las personas inhalan o entran en contacto con esporas de hongos todos los días sin enfermarse. Sin embargo, en las personas con el sistema inmunitario debilitado, estos hongos tienen más probabilidades de causar infección”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
MedlinePlus indica que los hongos se reproducen mediante pequeñas esporas en el aire. Sucede que estas se inhalan o pueden caer en el cuerpo de las personas. Si se tiene un sistema inmunitario débil tiene un mayor riesgo.
“Obtener el diagnóstico correcto puede ser difícil y causar demoras en la obtención del tratamiento adecuado. Las infecciones por hongos como la meningitis y las infecciones sanguíneas son menos comunes que las que se producen en la piel y los pulmones, pero pueden ser mortales”, agregan los CDC.
La meningitis puede causar los siguientes síntomas en personas mayores de 2 años, según Mayo Clinic.
- Fiebre alta repentina.
- Rigidez en el cuello.
- Dolor de cabeza intenso que parece diferente del usual.
- Dolor de cabeza con náuseas o vómitos.
- Confusión o dificultad para concentrarse.
- Convulsiones.
- Somnolencia o dificultad para caminar.
- Sensibilidad a la luz.
- Falta de apetito o sed.