Alternativas naturales para reemplazar el desodorante

El desodorante es uno de los productos de higiene personal más controvertidos. Debido a su composición con parabenos, formaldehídos y triclosán, es poco atractivo para los amantes del medio ambiente. Sin embargo, el uso de aluminio como parte de sus ingredientes es lo que más preocupa a nivel médico.

La cantidad de aluminio que se encuentra en estos productos de aseo bloquea los poros de la piel evitando la traspiración y aunque se supone que este es su uso principal, los compuestos químicos llegan a bloquear tanto la epidermis que no permiten llevar a cabo sus funciones naturales.

Aunque se han desarrollado alternativas, con químicos de nueva generación, existen opciones para quienes sufren de alergia a este tipo de productos o prefieren remedios caseros naturales, que controlan la transpiración.

Desodorantes naturales

Existen algunos desodorantes naturales disponibles en el mercado. Un ejemplo de ello son las piedras desodorantes, unos cristales grandes compuestos por sulfato de aluminio y potasio.

Para aplicar este producto solo debe humedecerse la piedra como si fuese una barra ordinaria. Este tipo de desodorante es altamente efectivo, no obstante, está compuesta por aluminio, uno de los ingredientes asociados al desarrollo de cáncer de seno.

Para algunos científicos, los antitranspirantes con aluminio actúan sobre las hormonas, incrementando la producción de estrógeno y fomentando el crecimiento de células cancerígenas. Por lo tanto, existen alternativas naturales que pueden utilizarse en reemplazo del desodorante, evitando la aparición de células cancerosas.

1. Bicarbonato de sodio

Este es un remedio sencillo que combate el olor corporal. Su modo de empleo consiste en mezclar una cucharada del sodio con un poco de agua, sin llegar a disolverlo, y aplicarlo sobre las axilas. Una opción avanzada es añadir un poco de almidón de maíz, este además de evitar el mal olor, previene el exceso de humedad.

2. Zumo de limón

El zumo de limón también es una alternativa bastante recomendada, ya que el ácido cítrico de los limones mata las bacterias que causan el mal olor, lo que es buen remedio para quienes no transpiran demasiado.

Es recomendable aplicar este producto 30 minutos después de la depilación, pues el ácido cítrico puede llegar a irritar la piel.

3. Alcohol sanitario

Otra agente capaz de matar las bacterias del olor es el alcohol sanitario, que es utilizado para curar heridas. Para un uso adecuado, es recomendable vaporizarlo sobre la piel y añadir al vaporizador unas gotas de aceite esencial para darle a la fórmula un olor agradable.

4. Aceite de coco

La mezcla de cinco cucharadas de aceite de coco con una pizca de bicarbonato y otra de almidón de maíz se convierte en una pasta efectiva que elimina las células del mal olor. Luego de realizar la mezcla, es recomendable depositarla en un recipiente cerrado. Si se desea tener una composición más densa, puede agregarse manteca de karité, manteca de cacao y aceites esenciales.

5. Salvia de aloe vera

Considerado el desodorante natural por excelencia, la salvia de aloe vera puede utilizarse para eliminar las células del mal olor de todo el cuerpo, no solo de las axilas. En muchas ocasiones puede mezclarse con aceites esenciales para conseguir un poco de aroma extra.

6. Cera de miel de abejas

Una investigación publicada en Periódico de Medicina Asiático reveló que la miel de abejas cuenta con un efecto antimicrobiano que es útil para combatir el mal olor axilar generado por los gérmenes.

Para su preparación se debe incorporar 1 cucharada de miel de abeja, 1 cucharada de aceité de coco, ½ cucharada de manteca de cacao, 15 gotas de aceite de romero y tomillo, 25 gotas de aceite de lavanda y 3 gotas de aceite de ricino.

Todos los productos deben derretirse en baño María y aplicarlo sobre la piel una vez se enfríe, dejarlo actuar de 20 a 30 minutos y retirarlo con abundante agua.

Consultar con el médico de cabecera sobre estas opciones

Como se mencionó con anterioridad, algunos ingredientes naturales pueden generar diferentes tipos de reacciones alérgicas en la piel. Por este motivo, antes de comenzar el uso regular de cualquiera de estas alternativas, se recomienda consultar a un dermatólogo.

En caso de sentir molestias o picazón, ver enrojecimiento o cualquier otro síntoma de irritación, debe suspenderse el uso inmediatamente y acudir sin demoras a consulta médica.